Este martes, las elecciones presidenciales en Estados Unidos captan la atención mundial y despiertan expectativas en Argentina. Un triunfo de Donald Trump o Kamala Harris podría tener implicaciones económicas importantes para el país sudamericano, especialmente en áreas como la relación bilateral, las negociaciones con el FMI y el mercado de exportaciones.
Para analistas consultados, Argentina mantendrá un vínculo positivo con EE.UU. independientemente del ganador, considerando el interés de Javier Milei en posicionar a Estados Unidos como un aliado clave. Sin embargo, los expertos advierten que los enfoques de Trump y Harris podrían tener efectos diferentes sobre la economía argentina.
Acuerdo con el FMI y reservas
Con el vencimiento del acuerdo del FMI en diciembre, un retorno de Trump podría facilitar un nuevo acuerdo con “dólares frescos”, algo clave para fortalecer las reservas del Banco Central, sostiene Piedad Ortiz, economista jefe de Wise Capital. Además, una coincidencia ideológica entre Trump y Milei podría dar a Argentina un mejor acceso a recursos en caso de un nuevo programa de asistencia. En contraste, un mandato de Harris supondría una continuidad en el enfoque con Argentina, con el cual el gobierno de Milei ya ha tenido relación en términos diplomáticos.
Efecto en inversiones y mercado cambiario
El economista Gustavo Ber estima que un gobierno de Trump podría generar expectativas favorables en el mercado financiero, incentivando la llegada de inversiones extranjeras y estabilizando la inflación y el tipo de cambio. Sin embargo, el endurecimiento en las políticas de la Reserva Federal podría perjudicar a Argentina, dado que los inversores buscarían activos en dólares más seguros, afectando a las economías emergentes.
Dólar, materias primas y exportaciones
Un dólar más fuerte, promovido por Trump, presionaría a la baja las monedas emergentes, incluyendo el peso argentino, dificultando la estabilidad cambiaria. A su vez, las políticas proteccionistas de Trump, como los aranceles a China, podrían reducir la demanda de materias primas argentinas, especialmente de soja, afectando así una de las principales fuentes de ingresos en divisas para el país.
En resumen, mientras que Trump podría representar oportunidades en el contexto de la relación con el FMI y el ingreso de inversiones, sus políticas proteccionistas y monetarias podrían plantear desafíos para el comercio y el tipo de cambio argentino. Por otro lado, Harris mantendría un enfoque más estable, aunque sin los beneficios inmediatos que ciertos sectores consideran clave para la economía argentina.