Debate y Convergencia

El triunfo de Milei y el cambio en el panorama político argentino

El resultado electoral se convirtió en un cálculo básico: la victoria del economista se basó en gran medida en la capacidad de sumar los votos de Patricia Bullrich. La alianza con Mauricio Macri y la candidata de Juntos por el Cambio consolidaron y aseguraron el triunfo. 8 + 6 = 14. En este contexto, Córdoba respondió según lo esperado, mientras que Buenos Aires sorprendió al oficialismo, y así, la elección de La Libertad Avanza (LLA) superó los resultados de Mauricio Macri en la mayoría de las provincias del país en 2015.

La campaña estuvo marcada por una polarización emocional. A pesar de la desafección política y el fin de semana largo, solo el 1,55% (417.515) de los 26 millones de votantes se expresó mediante el voto en blanco, cifra que divergió de lo pronosticado por las principales encuestas. Una parte de los dirigentes, en su mayoría de Juntos por el Cambio, tras las elecciones generales, al quedar sin representación en la última instancia electoral, optaron por críticas a ambos candidatos sin un respaldo explícito hacia ninguno de los dos.

La oferta electoral no cautivó, pero finalmente el electorado fue movilizado y guiado, hasta el último momento, por el miedo o el rechazo a alguno de los candidatos, más allá de las discusiones ideológicas o programáticas. El voto se canalizó a partir de las emociones, reflejando el desencanto y la angustia por la situación económica actual o el temor a lo desconocido.

¿Dónde radicó el triunfo de Milei? Tres factores territoriales claves explican la victoria libertaria:

El éxito de la alianza Macri-Milei en términos de complementariedad electoral. La paridad en la Provincia de Buenos Aires. La pérdida de la hegemonía peronista en el Norte y la Patagonia. De los más de 6 millones de votos nuevos que Milei-Villarruel sumaron entre las elecciones generales y el balotaje, aproximadamente 3 millones se concentraron en Córdoba, Mendoza, Santa Fe, CABA y el interior de la Provincia de Buenos Aires. La baja votación para el oficialismo nacional en Córdoba fue inesperada, al obtener solo el 26% de los votos a favor de Sergio Massa. En Mendoza, Milei obtuvo 13 puntos y 162.000 votos más que Mauricio Macri en el balotaje de 2015.

En la Provincia de Buenos Aires, Unión por el País (UxP) solo logró sumar 600.000 votos entre las elecciones generales y el balotaje. Estos resultados distaron de las expectativas del equipo de campaña, que buscaba contrarrestar los pronósticos adversos en las provincias centrales. Aspiraban a obtener el 60% en la Provincia, alcanzando finalmente el 50%. Milei sumó 2.210.482 votos, lo que representó el 91% de los votos obtenidos por Patricia Bullrich en las generales.

Solo 28 de los 135 municipios bonaerenses dieron como ganador a Sergio Massa. Las secciones electorales primera y tercera contribuyeron a que el resultado no fuera más contundente, permitiendo la victoria provincial del ministro. ¿El voto joven tuvo incidencia? En el lapso de 8 años, entre 2015 y 2023, los electores que comenzaron a ejercer sus derechos políticos tienen ahora entre 22 y 24 años. Toda su adultez transcurrió durante los gobiernos de Cambiemos y Unión por el País, a quienes responsabilizan por su difícil situación económica actual. En la provincia de Buenos Aires, se sumaron al padrón electoral 1.231.579 electores. Comparando con las elecciones de 2015, Sergio Massa sumó apenas 8.000 de esos nuevos votos, mientras que Milei obtuvo 81.000 más respecto a los votos de Macri en 2015. El mayor porcentaje no acudió a votar.

La transformación del electorado argentino y la crisis de representación explican el debilitamiento de la hegemonía peronista en distritos históricamente propios. Las elecciones de 2023, desde las PASO hasta el balotaje, parecen reflejar el corolario de este proceso: en el norte argentino, Sergio Massa obtuvo apenas 260.000 votos más que en las elecciones generales, ganando únicamente en Formosa y Santiago del Estero. En la Patagonia, perdió en todos los distritos, incluso en lugares emblemáticos como Vaca Muerta (Neuquén) y en Tierra del Fuego, símbolo nacional de la sustitución de importaciones y promoción industrial.

El triunfo de Milei cuestiona las dos formas tradicionales de construcción política “desde arriba” en Argentina. No solo la arquitectura peronista de coalición sectorial y corporativa (sindicatos, organizaciones sociales, juventud, etc.), sino también la no peronista de partidos basados en coincidencias programáticas (Alianza FREPASO-UCR,

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