La reciente quiebra del banco californiano Signature Valley Bank ha puesto en evidencia una vez más las debilidades del sistema financiero y la necesidad de una regulación más estricta para evitar que los bancos utilicen la “creatividad financiera” para disfrazar su falta de solidez inicial.

A diferencia del banco suizo en crisis, que ha sido objeto de una compleja trama de corrupción y lavado de fondos, el Signature Valley Bank es una entidad especializada en startups tecnológicas que ha sufrido las consecuencias de su propia volatilidad y falta de solidez inicial. Este tipo de bancos suelen ser rechazados por los bancos más grandes debido a su alta tasa de fracaso.

Según el periodista Marcelo Cantelmi del diario Clarín, la creatividad financiera que practican estos bancos nace con la ruptura de los acuerdos de Bretton Woord por parte de Richard Nixon, que acabó con 27 años de patrón oro y desencadenó una carrera especulativa que llevó a la quiebra fraudulenta de empresas como Enron y Word Com, y a la posterior quiebra brutal de Lehman por el negocio de las hipotecas.

A pesar de las advertencias de Cantelmi y otros economistas, las autoridades monetarias de EE. UU. no han salido al rescate del Signature Valley Bank, lo que ha dejado a muchos depositarios en una situación de incertidumbre y ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema financiero.

Según un estudio publicado recientemente en el FinTimes, al menos 190 bancos enfrentan el riesgo de no poder responder a sus depósitos, que sumarán unos 300 mil millones de dólares. Además, los economistas que realizaron el estudio concluyeron que existe un espejismo sobre la consistencia del sistema financiero y que el valor de marcado de toda la estructura bancaria estadounidense es inferior a dos billones de dólares, como valor contable de activos.

En resumen, los economistas que realizaron el estudio han revelado que existe una ilusión de estabilidad en el sistema financiero, y que la estructura bancaria de Estados Unidos tiene un valor de marcado que es menor a su valor contable de activos, lo que es preocupante. Este llamado de alerta debe ser tomado muy en serio ya que si este sistema financiero se colapsara, esto podría tener consecuencias catastróficas para todo el mundo. Es importante que se tomen medidas preventivas para evitar una crisis financiera global. De lo contrario, el impacto será inminente y afectará a todos, convirtiéndonos en su variable de ajuste.