Debate y Convergencia

El secreto del cerebro de los ‘superancianos’ que siguen teniendo la mente muy ágil

La capacidad de la memoria generalmente disminuye con la edad. Y es que, a medida que envejecemos, nuestras neuronas comienzan a encogerse lentamente, poco a poco; es la razón por la que tendemos a disminuir la velocidad en la vejez. Alrededor del 40% de las personas mayores de 65 años tienen problemas de memoria asociados con la edad, y aproximadamente el 1% de estos casos progresan a la demencia cada año.

¿Y en los superancianos?

Sin embargo, un grupo selecto de personas mayores conserva una memoria inusual, notable, que les permite recordar episodios del pasado con una claridad que coincidiría con la de una persona mucho más joven. Pues las células cerebrales o neuronas de los llamados superancianos resulta que son más grandes que las de las personas 20 o 30 años más jóvenes que ellos, según acaban de demostrar los científicos por primera vez en un estudio publicado en la revista The Journal of Neuroscience.

El equipo de la Universidad Northwestern afirma que las neuronas responsables de la memoria, que se encuentran en una región conocida como la corteza entorrinal y podrían ser la clave para prevenir el alzhéimer, son más grandes en los conocidos como superancianos, personas que se mantienen fuertes y mentalmente saludables hasta los 80 años.

Exámenes ‘post mortem’

Los investigadores tomaron imágenes de los cerebros de seis personas mayores que, durante su vida, habían participado en una investigación en curso sobre sus habilidades. Los superancianos de la muestra murieron con un promedio de 91 años. Los participantes del Programa de Investigación de Superenvejecimiento de la Universidad Northwestern en Illinois deben tener más de 80 años, tener una excelente memoria, estar dispuestos a someterse a varios controles y pruebas, y estar de acuerdo en donar su cerebro a la ciencia médica después de su muerte.

Por ello, los investigadores compararon sus cerebros con los de siete personas mayores cognitivamente promedio que habían muerto después de los 80, seis personas más jóvenes que fallecieron a los 49 años, en promedio, y cinco personas que tenían alzhéimer en las primeras etapas de la enfermedad.

“Para comprender cómo y por qué las personas pueden ser resistentes al desarrollo de alzhéimer, es importante investigar de cerca los cerebros post mortem de personas mayores”, comenta Tamar Gefen, neuropsicóloga clínica académica de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y autora principal del estudio. “¿Qué hace que los cerebros de las personas mayores sean únicos? ¿Cómo podemos aprovechar sus características biológicas para ayudar a los ancianos a evitar la enfermedad de Alzheimer?

El objetivo clave del programa de investigación que ha estado funcionando durante más de una década es descubrir qué mantiene el cerebro cognitivamente agudo y protege a las personas de la demencia.

¿Qué reveló el análisis de los cerebros?

En el análisis de los cerebros, examinaron la corteza entorrinal, el centro de control de la memoria del cerebro y uno de los primeros puntos afectados por el alzhéimer. Midieron el tamaño de las neuronas y buscaron enredos de tau, un tipo de placa asociada con la demencia. Las neuronas especiales parecían estar relativamente desprovistas de la proteína. No solo eso, su tamaño era más grande; podrían ser meganeuronas predispuestas genéticamente para aumentar de tamaño y permitir un mayor procesamiento de información intercelular e intracelular.

“Para comprender cómo y por qué las personas pueden ser resistentes al desarrollo del alzhéimer, es importante investigar de cerca los cerebros ‘post mortem’ de personas mayores”

“La notable observación de que los superancianos mostraron neuronas más grandes que sus pares más jóvenes puede implicar que las células grandes estaban presentes desde el nacimiento y se mantienen estructuralmente a lo largo de sus vidas. Llegamos a la conclusión de que las neuronas más grandes son una firma biológica de la trayectoria de superedad”, concluyó Gefen.

Un paso en la dirección correcta

Aunque el tamaño de la muestra es pequeño -algo comprensible teniendo en cuenta la rareza de encontrar superancianos-, sí que es revelador. La investigación sugiere que las neuronas sin enredos tau pueden permanecer grandes y saludables, pero la forma en que las personas mayores las obtienen sigue siendo un misterio. Será necesaria más investigación para averiguar qué es lo que hace que estas neuronas sean tan grandes y estén tan bien protegidas de cara a encontrar y desarrollar nuevos tratamientos para la demencia.

Por 

Sarah Romero

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