El rol de los ‘organismos defensores de derechos humanos’ y los ‘movimientos sociales’ en el poder kirchnerista

Los autodenominados ‘organismos defensores de derechos humanos’ -tal como si la memoria y las reivindicaciones de los grupos terroristas que atentaron contra la democracia entre 1973 y 1976 fueran los únicos derechos humanos vigentes- inspiraron a los autodenominados ‘movimientos sociales’, que comenzaron llamándose ‘piqueteros’, y Néstor Kirchner reconvirtió en organizaciones paragubernamentales, consecuencia de prebendas otorgadas por el Estado en forma de ‘asistencia social’. Por este motivo, el volumen de los ‘planes sociales’ nunca disminuyó sino que siempre aumentan.

En verdad, Néstor Kirchner utilizó a los ‘organismos defensores de derechos humanos’ (Madres, Abuelas, Hijos y Nietos) y a los ‘movimientos sociales’ para imponerse a Eduardo Duhalde y el peronismo convencional, disciplinar a gobernadores e intendentes municipales, y construir su poder que vivía atemorizado porque en la 1ra. vuelta electoral de 2023 no había logrado convertirse en 1ra. minoría, tan siquiera. O sea que su arribo a la Casa Rosada fue ‘por la ventana’.

Con el transcurso de los años, también sumó a la construcción del discurso posperonista (¿o no es eso el kirchnerismo?) la reforma cultural identificada con el LGBTQ+. Más tarde, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción de niños que pueden realizar esas parejas y la apertura del aborto fueron temas que ocurrieron cuando Néstor Kirchner ya había fallecido pero resultan emergentes de aquellas iniciativas pioneras.

El descubrimiento del poder de los ‘movimientos sociales’ con cobertura del Estado sucedió a la vez que los partidos políticos entraron en crisis, pero no fueron suficientes para blindar a los Kirchner en 2008, cuando otro movimiento social, el rural o agropecuario -consecuencia directa de la fallida Resolución 125 de retenciones móviles- y los estamentos socioculturales medios, se unieron para cuestionar la hegemonía que reclamaba el kirchnerismo. Todos somos vulnerables.

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