El mercado no confía en que la inflación baje al 2%: el objetivo del gobierno parece inalcanzable

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto registró un 4,2%, más alto de lo esperado, lo que generó dudas sobre la posibilidad de que la inflación en septiembre pueda desacelerarse como pretende el gobierno. Si bien algunas consultoras proyectan que la inflación podría ubicarse entre el 3,4% y el 3,9% gracias a la reducción del Impuesto PAIS, la meta de bajar al 2% para fin de año parece cada vez más lejana.

Las consultoras privadas coinciden en que la desaceleración de la inflación será limitada, y que converger al 2% mensual, como busca el gobierno a través del ajuste del dólar oficial, es un escenario difícil de alcanzar. Según estimaciones de Lambda, LCG, Analytica, EconViews, Delphos Investments y Eco Go, la inflación se mantendría en el rango de 3,4% a 4% durante septiembre.

La resistencia de la inflación

A pesar de la baja proyectada para este mes, analistas como Maximiliano Ramírez, de Lambda Consultores, ven “imposible” alcanzar la meta de 2% debido a la inercia inflacionaria y la estacionalidad del último trimestre del año. Otros expertos, como Rocío Bisang de Eco Go, y Pamela Morales de EconViews, también ven poco probable que la inflación logre esa convergencia, pronosticando un piso del 3% para diciembre.

El mercado ha mostrado preocupación por los factores que sostienen la inflación alta, como la indexación de contratos y los ajustes de precios relativos. Además, el salario real, en proceso de recuperación por las paritarias, podría sumar presión inflacionaria a medida que mejora la actividad económica.

Sin medidas adicionales: el gobierno se apoya en el ajuste fiscal

Ante la resistencia de la inflación, algunos analistas sugieren que el gobierno podría retrasar ciertos aumentos tarifarios. Sin embargo, no esperan que se tomen medidas adicionales para acelerar la baja de la inflación. El enfoque del gobierno sigue siendo mantener el superávit fiscal y evitar la emisión monetaria, medidas que consideran claves para la estabilidad a mediano plazo.

Federico Glustein, economista, destaca la inercia inflacionaria y las dificultades para reducir rápidamente los precios. Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, se muestra más optimista y espera que la inflación se mantenga por debajo del 4% en lo que resta del año, aunque duda que se alcancen valores cercanos al 2%.

Factores clave: dólar, reservas y crédito

La apreciación del tipo de cambio real ha sido un factor relevante en la desinflación, pero una prolongación de esta política podría afectar las exportaciones y presionar aún más sobre las reservas internacionales. La expansión del crédito privado también es un factor que, junto con los componentes inerciales típicos de economías con alta inflación, ha dificultado una baja más pronunciada de los precios.

Juan Manuel Franco, economista jefe del grupo SBS, remarca que si bien el compromiso fiscal del gobierno es un pilar clave para la estabilidad a largo plazo, factores como la expansión del crédito y las tensiones cambiarias podrían seguir complicando el escenario inflacionario.

La tasa de política monetaria: sin cambios a la vista

A pesar de que la tasa de política monetaria del Banco Central se mantiene en 40% desde mayo, lo que la coloca en terreno negativo frente a la inflación, los analistas no prevén que el BCRA la eleve en el corto plazo. La política monetaria parece enfocarse en mantener el esquema actual y no afectará la recuperación económica, que depende en parte de un aumento del crédito privado.

Expertos como Emiliano Anselmi, de PPI, y Ignacio Zorzoli, del CEEAXXI, coinciden en que el gobierno no recalibrará la tasa de interés en el corto plazo. La estrategia seguirá enfocada en el control fiscal y monetario, apostando por una desaceleración progresiva de la inflación.

Desafíos hacia fin de año

El principal dilema que enfrenta el gobierno de Milei es cómo balancear el objetivo de desinflación con la recuperación económica. Los analistas consideran que, sin medidas adicionales, la inflación seguirá desacelerándose de manera gradual, pero no lo suficiente como para alcanzar el 2% deseado. El control de las reservas, la evolución del crédito y la estabilidad cambiaria serán claves para determinar el curso de la inflación en los próximos meses.

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