El enfoque “Hora o Nunca” de Milei: su impacto en un escenario político en ebullición

Javier Milei adopta una estrategia política audaz bajo la premisa “Hora o Nunca”, capitalizando su elevada popularidad y la oportunidad para responsabilizar al gobierno anterior por la situación actual. Esta estrategia, apenas días después de asumir, busca aprovechar al máximo su capital político en un entorno económico y social desafiante, donde la simpatía pública puede desvanecerse rápidamente.

El recorte de tiempo para implementar reformas radicales es escaso, en especial frente a una alta inflación y un programa de ajuste en curso. Las propuestas de Milei, que originalmente se consideraron como de “segunda generación” para implementar en tiempos de mayor estabilidad macroeconómica, sorprenden por su audacia y se aplican mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia.

Estas reformas tocan intereses de grupos protegidos y financiados previamente, lo que provoca inquietud y posiblemente una reacción activa contra el cambio propuesto. Algunos puntos generan preocupación en sectores como agencias turísticas, cadenas farmacéuticas y áreas de competencia protegida. Además, aspectos ideológicos y decisiones económicas polémicas, como las privatizaciones y la entrada de grandes actores globales, plantean desafíos.

El decreto, presentado como un cambio cultural más que una mera lista de reformas, ya ha desencadenado protestas públicas y críticas significativas. Esto recuerda al clima de tensiones sociales vividas durante la gestión de Macri.

Las consecuencias políticas son notorias: la reacción de la CGT ante posibles acciones legales y la amenaza de un paro general nacional. Además, la relación con los gobernadores provinciales, inicialmente cordial, se torna incierta. El bloque peronista ya ha expresado fuertes críticas, cuestionando la legalidad y comparando la acción de Milei con acciones dictatoriales.

La gran incógnita política radica en la aprobación del DNU en el Congreso. La controversia sobre su legalidad y la necesidad de la aprobación de ambas cámaras plantean un escenario desafiante. Se debate si el decreto puede sostenerse o si abrirá un período de negociaciones para modificar su contenido.

Este movimiento político, caracterizado por una aceleración inesperada, podría llevar a una vuelta al primer plano de figuras políticas que habían optado por un perfil bajo, y se especula con la posibilidad de una consulta popular para validar o rechazar estas reformas, planteando un todo o nada para Milei en su búsqueda de gobernabilidad.