El Gobierno nacional está preparando una resolución para establecer nuevas tarifas de gas para la temporada de verano. Según información obtenida por Energy Report, esta medida resultará en una reducción del 6% en el precio del gas. Combinada con una disminución en el consumo debido a las temperaturas primaverales, se espera que a partir de octubre las facturas de gas para los usuarios domésticos reflejen una rebaja promedio del 20%.
Si bien esta reducción podría interpretarse como parte de un esfuerzo del Ministerio de Economía por controlar la inflación, en realidad, el descenso del 6% en el precio está previsto dentro del marco del Plan GasAr, y su implementación es considerada inevitable. Inicialmente, el Ministerio de Hacienda buscó alternativas para evitar la actualización de las tarifas estivales, intentando mantener los precios altos para que más usuarios pagaran el “valor real” del gas. Sin embargo, tras recibir advertencias sobre las posibles consecuencias legales de esta decisión, el Ministerio de Economía decidió proceder con la reducción.
La disminución del 6% en el precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) será compensada por un incremento del 3% en el transporte y distribución del gas, que son otros dos componentes de la boleta además de los impuestos. Este ajuste es muy esperado por el sector gasífero, dado que en el mes anterior se autorizó un aumento del 1%, tras un incremento del 4% en julio.
El Gobierno sostiene que “la gente ha comprendido que la energía ya no se regala y que hay que pagar lo que vale”. Celebra que este año se concluirá con un fuerte recorte de subsidios a las tarifas de gas, que alcanzará aproximadamente un tercio. De los 1.800 millones de dólares previstos para 2023, actualmente se están desembolsando alrededor de 650 millones. El objetivo inicial era reducir este monto a 380 millones anuales, pero esta meta, exigida también por el FMI, se ha postergado para 2025.
Según datos oficiales del registro de subsidios RASE, mientras aumenta el número de usuarios de altos ingresos que pagan tarifas plenas (N1), más hogares de bajos ingresos reciben subsidios (N2). Desde diciembre de 2023 hasta julio pasado, se han incorporado al programa de subsidios aproximadamente 110,000 nuevos usuarios de gas, sumando un total de 5,7 millones de hogares que reciben asistencia estatal en sus facturas, de un total de 9,4 millones inscritos en el padrón RASE.
Los hogares clasificados como N2 cuentan con un bloque de consumo subsidiado, que varía según el mes del año, y se benefician de un descuento del 64% respecto a lo que abonan los hogares N1. Si exceden ese bloque de consumo (que en junio fue de 143 metros cúbicos), deben pagar la tarifa plena.
El último informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet señala que los usuarios N1 ya abonan el 73% del costo total del gas consumido, mientras que los hogares de ingresos medios (N3) no superan el 33% y los N2 pagan apenas un 25%. En el Ministerio de Economía aseguran que, en promedio, solo se paga el 57% del valor real del gas. En este contexto, se reporta que la tasa de incobrabilidad se mantiene en el 95%, solo dos puntos por debajo del nivel habitual.
Por último, el IIEP revela que una factura promedio de gas se sitúa en torno a los $28,000 mensuales para una familia tipo de dos adultos y dos menores. En diciembre de 2023, esa misma familia pagaba $30,000 mensuales por electricidad, gas, agua y transporte público.