Las mañanas de sábado en Buenos Aires se vuelven un hervidero de actividad en las carnicerías y mercados locales. En la emblemática calle Arenales de Recoleta, la carnicería Progreso y en la granja Huguito en Boedo, las colas son la norma. Joaquín, el encargado de la carnicería Progreso, muestra entusiasmo ante la afluencia de clientes sabatinos, aunque lamenta la falta de movimiento durante la semana. “La gente hace fila para comprar los sábados”, señala. En Boedo, César comparte la experiencia, notando que las colas se forman por los descuentos ofrecidos los fines de semana, especialmente cuando se paga con Cuenta DNI del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), que reembolsa el 35% con un tope semanal de 4.500 pesos.

El uso de la Cuenta DNI ha ido en aumento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), con 590 mil porteños utilizándola, y un 22% de ellos sumándose en el primer trimestre del año. Este sistema, que permite a los consumidores obtener descuentos significativos en diversas compras, está transformando hábitos de consumo y estrategias financieras. Emilio, residente de Lobos en la provincia de Buenos Aires, destaca cómo ha duplicado su tope semanal al comprar con su esposa y utilizar ambos celulares para pagar, recordando los tiempos de la libreta del almacenero.

La operativa de la Cuenta DNI ha generado un fenómeno particular en Buenos Aires. Aunque la provincia de Buenos Aires cuenta con más de 8 millones de usuarios, su uso en CABA era más lento debido a la situación económica y política. Sin embargo, el creciente interés electoral ha llevado a algunos a especular sobre posibles motivaciones detrás de estos beneficios, especialmente considerando la gestión del gobernador Axel Kicillof, quien busca mantener la visibilidad en un territorio históricamente desafiante para el peronismo.

Artemio López, analista político, ve en estos beneficios una oportunidad estratégica para Kicillof, especialmente entre sectores de clase media y baja. La herramienta no solo ofrece descuentos, sino que también contribuye a la formalización de transacciones, mejorando la recaudación y fortaleciendo la economía local. Sin embargo, una fuente cercana al gobernador rechaza cualquier insinuación política, enfatizando el enfoque en sostener el consumo y el empleo.

La Cuenta DNI no solo ha captado la atención de los votantes peronistas, sino que también ha atraído a consumidores de diversos sectores. Desde Palermo hasta Parque Chas, usuarios como Florencia y Natalí resaltan los beneficios que encuentran en sus compras cotidianas, más allá de su afiliación política. En un contexto de inflación y caída en las ventas minoristas, la Cuenta DNI se ha convertido en un salvavidas para muchos bolsillos porteños, demostrando que, cuando se trata de ahorrar, la ideología queda en segundo plano.