El fallo que dividió a la política: Milei celebró la condena a CFK y el peronismo denunció proscripción

La Corte Suprema ratificó la condena a Cristina Kirchner y reavivó la grieta: desde Jerusalén, el Presidente habló de «justicia», mientras gobernadores y referentes opositores señalaron una «maniobra antidemocrática».

Cuerpo de la nota:

La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad, desatando una inmediata ola de reacciones políticas cruzadas que volvió a exponer la polarización profunda del sistema político argentino.

Desde Jerusalén, en el marco de su gira internacional, el presidente Javier Milei celebró el fallo con un mensaje contundente publicado en su cuenta de X:
“Justicia. Fin. PD: la República funciona y todos los periodi$ta$ corrupto$, cómplices de político$ mentiro$o$, han quedado expuesto en sus opereta$ sobre el supuesto pacto de impunidad”, escribió, en su estilo característico.

En línea con el mandatario, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó: “Cristina Kirchner, condenada por corrupción. Tres instancias, cientos de pruebas y todas las garantías del debido proceso. El que las hace, las paga”. También el vocero presidencial, Manuel Adorni, ironizó: “Muy extraño resultó el ‘pacto de impunidad’”, en alusión a versiones periodísticas que hablaban de un eventual acuerdo para evitar una condena.

Del otro lado, el peronismo acusó un fallo con motivaciones políticas. Axel Kicillof, gobernador bonaerense, replicó desde X un mensaje de su espacio Derecho al Futuro, en el que se sostiene: “Condenan a Cristina por gobernar en favor de las mayorías y en defensa de los intereses nacionales. Atacan la democracia”. El comunicado cierra con un tono épico: “Festeja Milei, festeja Macri, festejan en la embajada de Estados Unidos. Pero el pueblo la abraza: el pueblo unido jamás será vencido”.

Oposición dividida: entre la euforia y la denuncia

Desde el PRO, la diputada María Eugenia Vidal fue categórica:
“Nos contaron la plata en la cara, revolearon bolsos, compraron estancias, departamentos y hoteles. Se la afanaron toda. Nos querían hacer creer que era persecución, pero es JUSTICIA. Nadie es intocable”. Y reivindicó el rol del macrismo: “Fueron los ñoños republicanos los que se animaron a denunciar a Cristina”, deslizó en referencia a su propio espacio.

En contraste, desde la izquierda, el rechazo fue rotundo. Myriam Bregman (PTS-FIT) calificó el fallo como un “claro avance antidemocrático”, mientras Nicolás del Caño lo definió como una “proscripción”. Gabriel Solano, del Partido Obrero, fue más allá: “El macrismo busca evitar una polarización electoral. Rechazamos este fallo reaccionario”, afirmó, y exigió que se garanticen los “plenos derechos políticos” de Fernández de Kirchner.

Santiago Cafiero, diputado nacional del Frente de Todos, apuntó al trasfondo geopolítico del fallo:
“La persecución judicial a Cristina está impulsada por intereses ideológicos que operan dentro y fuera del país. Es una maniobra de las derechas antidemocráticas que buscan dividir al pueblo y estafar a la sociedad”.

Un fallo con ecos históricos

La resolución del máximo tribunal no solo tiene impacto jurídico: reabre el debate sobre la legitimidad de los procesos contra figuras centrales del peronismo y resucita las tensiones entre el oficialismo libertario, el macrismo residual y el kirchnerismo, en un año marcado por la conflictividad política, económica y social.

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