Debate y Convergencia

El dólar en la mira: baja el blue y se acercan cambios cruciales en el mercado cambiario

En la última rueda de la semana, el dólar blue cerró este viernes con una baja de diez pesos, a $1.435 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación se negoció a $1.317, mientras que el dólar MEP operó en $1.323.

La Argentina se encuentra en la antesala de una decisión económica crucial: la unificación cambiaria. Según las últimas proyecciones de analistas, este proceso podría concretarse antes de lo previsto, posiblemente en octubre de este año. Sin embargo, la falta de reservas internacionales y la elevada brecha cambiaria plantean un escenario complejo y lleno de interrogantes.

El dólar blue cede y caen los financieros

La decisión de utilizar los dólares adquiridos en el mercado oficial para intervenir en el contado con liquidación (CCL) ha acelerado los tiempos del Gobierno, pero también ha puesto en evidencia las limitaciones del Banco Central. A pesar de las medidas implementadas, la brecha cambiaria continúa siendo elevada y la acumulación de reservas se ve comprometida.

Según expertos consultados, el actual esquema cambiario ha llegado a su límite natural. La devaluación del tipo de cambio real y la disminución de las compras netas de dólares por parte del Banco Central son señales claras de esta situación. Además, la reducción del impuesto PAIS y la intervención en el CCL generan presiones adicionales sobre las reservas.

Uno de los principales desafíos que enfrenta el Gobierno es la escasez de dólares. Si bien el Banco Central ha anunciado medidas para esterilizar parte de la base monetaria y ha recurrido a instrumentos como los REPO para obtener liquidez, estas soluciones son consideradas transitorias y no resuelven el problema de fondo.

La unificación cambiaria se presenta como una medida necesaria para eliminar las distorsiones del mercado y fomentar la inversión. Sin embargo, el salto devaluatorio que se estima necesario podría generar un nuevo brote inflacionario y afectar el poder adquisitivo de los salarios.

En este contexto, la dinámica de las reservas internacionales será un factor determinante para el éxito de la unificación cambiaria. La necesidad de honrar los compromisos de deuda y la falta de confianza de los inversores complican aún más el panorama económico.

Dólar en la mira: hacia la unificación cambiaria

De acuerdo con Juan Pedro Mazza, estratega de Renta Fija de Cohen, la decisión de utilizar los dólares comprados en el MULC para intervenir en el CCL acelera los tiempos del gobierno, dado que la medida sirvió para llevar calma a la brecha, pero tendría como contrapartida un elevado costo para la acumulación de reservas.

Según el experto, el actual esquema cambiario habría alcanzado su límite natural. Desde la devaluación del 10 de diciembre, el tipo de cambio real se abarató un 46% en términos reales. Así, el BCRA pasó de registrar un promedio de compras netas diarias de 141 millones de dólares a un promedio de 3 millones de dólares desde junio hasta hoy, a pesar de la estacionalidad favorable de la cosecha gruesa.

“Este proceso se aceleró con los recientes anuncios del Gobierno de los últimos días. Por un lado, el Gobierno ratificó que en septiembre reducirá la alícuota del impuesto PAIS del 17,5% actual a 7,5%. Esto abarata todavía más las importaciones, incentivando un aumento en la demanda de bienes importados”, indicó.

Además, alertó que, bajo el nuevo esquema de intervención en el CCL, el BCRA se quedará con tan solo 30 dólares de cada 100 dólares que logre comprar en el MULC. Y con las reservas netas en terreno negativo por u$s 2.000 millones, estimó que esta situación no puede prolongarse por mucho tiempo.

Por esta razón, revisó el escenario de proyecciones macroeconómicas y adelantó la unificación cambiaria a octubre de este año (en un escenario anterior, se proyectaba para enero de 2025).

Por su parte, el economista Joaquín Marque, director de UG Valores, sostuvo: “El inicio de la Fase 2 empieza a tener resultado. Las expectativas respecto al aumento de la brecha cambiaria empiezan a reducirse, y los mercados ven un techo en los dólares financieros de corto plazo”.

Y aclaró: “Si bien las reservas se encuentras en una zona critica, que provoca caídas en los títulos públicos, un blanqueo exitoso podría ser la herramienta que necesita el ejecutivo para cambiar las exceptivas y ser el puente necesario hasta la próxima cosecha”.

Sobre la posibilidad que brindará el nuevo RIGI, Marque opinó: “Si contemplamos el anuncio de intervención en los dólares financieros, sumado al Blanqueo, inicio de implementación del RIGI, periodo de pago de impuestos y freno en la emisión monetaria por parte del BCRA, probablemente veremos un descenso en la brecha cambiaria. Como contrapartida, la debilidad de reservas mantendrá el riesgo país por encima de 1400bps demorando para 2025 la recuperación económica”.

¿Hay dólares para intervenir?

Para Portfolio Personal Inversiones, en la jornada de ayer se conocieron datos monetarios del viernes 19 de julio que mostraron que la Base Monetaria (BM) se contrajo $133.939 millones por el factor “Otros”, la mayor contracción desde que se anunció el mecanismo de intervención. En este sentido, detallaron que el “Otros” de BM refleja las operaciones de mercado abierto, los ejercicios de puts por parte de las entidades financieras y el mark to market de futuros de dólar cuando el BCRA tiene posición.

“Dado que entendemos que la expansión/contracción por estos dos últimos factores sería prácticamente nula, el “Otros” de BM sería un buen proxy de la intervención del Central en el mercado financiero, siempre y cuando el BCRA quede con los mismos bonos tras comprar contra dólares y vender contra pesos”, explicaron.

Por ende, desde el bróker infirieron que la contracción de $133.939 millones que se habría intervenido con u$s100 millones entre miércoles, aunque no descartan que se hayan comprado bonos que fueron vendidos el jueves, dado que hubo una expansión de $3.016 millones por “Otros” de BM reflejada en T+1, jueves (el MEP y CCL se opera mayormente en T+1) y viernes (algo se opera en T+0). Si bien esperaban ver un aumento en la intervención debido que el miércoles y jueves pasado el volumen operado en AL30 y GD30 C y D saltó a más de u$s100 millones diarios, “la magnitud sorprende”.

“¿Tiene el BCRA munición para intervenir en MEP/CCL? Que las reservas netas estén en un estimado de -US$6.461 millones implica que el Central tiene un problema de solvencia, pero no necesariamente de liquidez. Más bien, la liquidez estimada en Treasuries y otros activos en moneda dura es de US$10.212 millones”, detallaron.

Para la sociedad de bolsa, el Central confirmó su intención de esterilizar $2,4 billones o el equivalente a US$1.800 millones, por lo que tendría liquidez suficiente para intervenir en el mercado financiero. No obstante, ceteris paribus el resto de los componentes del balance del BCRA, las reservas netas o el patrimonio neto en dólares de la autoridad monetaria se deterioraría a -u$s8.261 millones.

El desafío: las reservas

Hace unos días, el Gobierno buscó llevar calma al mercado y anunció la compra y el giro de dólares por u$s 1.528 millones para hacer frente a los intereses de Globales y Bonares en enero de 2025. Y para complementar esta medida, durante este fin de semana el presidente Milei afirmó que, en caso de no conseguir rollover, las amortizaciones de capital serán pagadas gracias a un Repurchase Agreement (REPO) con un organismo de financiamiento extranjero.

“A pesar de ser positiva, esta noticia no resuelve el problema de fondo por la falta de reservas. Esta operación ofrece una solución transitoria a través de un endeudamiento de corto plazo que no genera reservas netas. Al vender el oro, el repo aumenta transitoriamente las reservas líquidas en dólares en manos del BCRA, permitiendo al organismo monetario convivir con un stock más grande de reservas netas negativas”, alertó.

Para el experto, la dinámica de las reservas seguirá siendo el factor determinante para las paridades de los bonos argentinos en dólares. Con el riesgo país en 1.600 puntos básicos, el Tesoro necesita generar un nuevo proceso de acumulación de divisas para poder honrar su deuda en 2025. De lo contrario, lo más probable es que tarde o temprano se vea forzado a reestructurar.

De acuerdo con el analista de Cohen, para levantar las restricciones cambiarias, el gobierno tendría que realizar un salto devaluatorio del 40% (elevando el dólar desde $971 hasta $1.373) en línea con la brecha cambiaria actual. Sin reservas suficientes para fijar el tipo de cambio, el nuevo esquema cambiario sería algún tipo de flotación administrada, donde la devaluación y la inflación corren a un ritmo similar. Así, espera que la devaluación corra a un ritmo mensual promedio de 9,5% hasta fin de año y de 1,4% en 2025.

“En este sentido, la unificación cambiaria será un catalizador determinante. Por un lado, permitiría eliminar algunas prácticas cambi

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