La economía argentina enfrenta varios detalles importantes a considerar. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el país ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en cuanto a inflación, solo superado por Venezuela, Zimbabue y El Líbano.

Goldman Sachs, uno de los principales bancos de Wall Street, ha elaborado un análisis sobre los recientes acontecimientos en la economía argentina. El enfoque se centra en el impacto de las medidas adoptadas por el equipo económico durante el fin de semana, en particular el aumento de la tasa de interés y la intervención en el mercado cambiario para evitar una disparada en las cotizaciones financieras del dólar.

El economista Sergio Armella, en un informe redactado para los clientes de Goldman Sachs, describe un panorama crítico de la economía local. Destaca que el contexto macroeconómico en Argentina sigue siendo extremadamente complejo, con proyecciones de una inflación de tres dígitos y un aumento en los niveles de represión financiera. Además, se está registrando una desaceleración significativa en la actividad real. El analista también señala el incumplimiento del gobierno en relación a los objetivos establecidos en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Desde esta perspectiva, se destaca que la credibilidad de la política económica sigue siendo débil y existe un alto riesgo de perder aún más el control monetario y de precios. Goldman Sachs explica que el entorno de alta inflación en Argentina refleja desequilibrios estructurales profundos en la política macroeconómica y descarta que las últimas medidas adoptadas por el Ministerio de Economía puedan tener un grado de efectividad significativo.

El informe de Goldman Sachs sostiene que a menos que se aborden integralmente estos desequilibrios, es difícil esperar que las medidas transitorias ayuden a reequilibrar la economía de manera significativa y sostenible.