Mauricio Macri finalmente ha comprendido que Javier Milei va por su destrucción política, a pesar de los intentos de cordialidad, como invitarlo a cenas o ofrecerle milanesas. Sin embargo, la gran pregunta que se plantea dentro del PRO es si ya no es demasiado tarde para hacerle frente al libertario. La estrategia de Macri para competir en las elecciones de 2025 depende en gran medida de la decisión que tome Diego Santilli.

La clave de la disputa está en la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, donde se decidirá quién ganará las elecciones. Santilli es visto como la carta fuerte de Macri, ya que tiene un respaldo significativo en las encuestas: según un sondeo encargado por Cristian Ritondo, presidente del PRO bonaerense, el diputado mide 16 puntos, el doble de la marca que tiene el PRO. Aunque no ganaría las elecciones, una candidatura de Santilli podría dañar gravemente a Milei y a su proyecto, permitiendo que el peronismo, liderado posiblemente por Cristina Kirchner, gane la provincia de Buenos Aires. Este resultado tendría un fuerte impacto en los mercados, lo que Macri usaría para presionar a Milei a negociar.

Sin embargo, la situación es complicada: Macri, que recientemente sufrió una derrota en su enfrentamiento con Riquelme en Boca Juniors, debe considerar si está dispuesto a sufrir otra derrota, esta vez ante figuras del entorno de Milei, como Manuel Adorni. Además, el PRO carece de opciones fuertes para la Ciudad: María Eugenia Vidal está alejada de los votantes y Waldo Wolf es poco conocido.

El ex presidente le reprocha a Santilli su cercanía con el gobierno de Milei, acusándolo de ser “chupamedias” del libertario. Santilli, por su parte, justifica su acercamiento como una forma de retener a los votantes que apoyan las políticas de Milei. A pesar de las tensiones, Santilli ha sido excluido de las negociaciones más importantes, como la del presupuesto, lo que ha generado aún más fricciones con Macri.

Curiosamente, Macri parece optar por un enfoque de maltrato hacia Santilli, lo que podría dificultar cualquier intento de unidad dentro del PRO. Muchos dirigentes del partido, incluidos varios intendentes, comparten el sentimiento de Santilli y prefieren evitar enfrentarse a Milei.