La transición presidencial en Argentina, prevista para el 10 de diciembre, se percibe como un momento clave en la regulación de etiquetados y precios de productos en el país, según informan fuentes empresariales.
Con la asunción de Javier Milei a la presidencia y su anuncio de eliminar la Secretaría de Comercio, se espera que los precios queden sujetos a las fuerzas del mercado, permitiendo la libre oferta y demanda.
Esta situación supone que los ajustes de precios podrían anticiparse al efecto de una eventual devaluación, lo que se conoce como “pass through”, es decir, la transferencia de una devaluación a los precios.
“Se registra un retraso promedio del 60% en los supermercados, principalmente debido a los controles de precios aplicados anteriormente”, informaron fuentes empresariales a Perfil.
Respecto al retraso en los precios, representantes de cámaras alimenticias indicaron que varía entre el 28% y el 35% en los productos sujetos a regulaciones específicas. Además, existen otros rubros con inflación retrasada, como servicios públicos, combustibles y prepagas.
“Estamos cumpliendo con el compromiso que habíamos acordado con la gestión actual del Ministerio de Comercio, y en nuestro caso, hemos aumentado solo lo que la Secretaría nos había autorizado”, aseguran desde algunas empresas.
Sin un plan definido, algunos actores del sector alimenticio advierten sobre la expectativa de una inflación creciente. Según el propietario de una de las principales empresas del rubro, la ausencia de una estrategia clara puede desembocar en una hiperinflación.
“Como empresa, estamos transitando un proceso interno de cambio en la forma de trabajar y en la estrategia de fijación de precios. Anteriormente, nuestra estrategia de precios se basaba en la inflación y lo que la Secretaría de Comercio permitía. Ahora, necesitamos cambiar esa mentalidad y pensar en una estrategia más integral, considerando costos, estrategias competitivas y otros factores”, mencionó una fuente del sector a Perfil.