Sergio Massa celebró su victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas como un fin de la “grieta” que ha dividido al país durante años. Sin embargo, el camino hacia la segunda vuelta muestra que la brecha política aún persiste en la campaña electoral, y tanto Massa como Javier Milei deberán abordarla de diversas maneras:
- El discurso anti-grieta no resultó efectivo en las elecciones primarias. Horacio Rodríguez Larreta creyó que los argentinos estaban cansados de la confrontación y deseaban un período de conciliación. Sin embargo, Patricia Bullrich, con un enfoque más confrontativo, ganó la interna de Juntos por el Cambio. La polarización se mantendrá durante la campaña hacia el balotaje.
- Massa y Milei están tratando de atraer a votantes de otros candidatos y partidos, abriendo sus brazos a quienes quedaron fuera de la carrera electoral. Ambos enfatizan la necesidad de “terminar con el kirchnerismo” en sus discursos, lo que indica que la polarización seguirá siendo un tema clave en la campaña.
- La dinámica del Congreso cambiará, ya que ninguna coalición tendrá una mayoría clara. El próximo presidente deberá negociar y buscar consensos para implementar sus políticas, lo que también podría requerir el apoyo de los gobernadores de la principal coalición opositora.
- A pesar de los esfuerzos de algunos candidatos para dejar atrás la “grieta,” esta sigue siendo un elemento importante en la política argentina. Resolverla no será una tarea fácil y podría requerir tiempo. Mientras tanto, los candidatos se enfrentan a una campaña electoral marcada por la polarización.
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