EEUU declara a la Mara Salvatrucha (MS-13) como organización terrorista: ¿Qué implica esta designación y cómo afectará a la pandilla?

Una de las primeras acciones ejecutivas de Donald Trump tras asumir la presidencia de Estados Unidos fue designar a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) como una organización terrorista extranjera. Esta decisión, acompañada de una declaración de emergencia nacional, justifica que la MS-13 y otras organizaciones criminales representan “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos”. Pero, ¿qué implicaciones reales tiene esta designación para la MS-13? ¿Significará su desarticulación masiva? Aquí te lo explicamos.

Implicaciones de la designación como organización terrorista
La designación de la MS-13 como organización terrorista permite a Estados Unidos llevar a cabo acciones militares, políticas y económicas contra sus miembros, así como contra sus socios y cómplices fuera del territorio estadounidense. Según Napoleón Campos, politólogo consultado por la Voz de América, esta medida otorga al gobierno estadounidense la capacidad de actuar extraterritorialmente contra las estructuras de la pandilla y quienes las apoyan. “Con esta designación, el señor Trump puede actuar contra los intereses de la MS-13 fuera de Estados Unidos, contra sus estructuras y contra quienes les han apoyado”, explicó Campos.

Douglas Farah, investigador y presidente de IBI Consultants, una firma especializada en seguridad y crimen transnacional, agregó que esta designación reduce las restricciones para las operaciones estadounidenses en el extranjero. “Antes tenían que coordinar todo con los países donde iban a operar. Ahora les da cierta facilidad para actuar con menos restricciones”, señaló.

La Ley de Enemigos Extranjeros y sus efectos
La orden ejecutiva de Trump invoca la Ley de Enemigos Extranjeros, que otorga al presidente la autoridad para tomar medidas severas contra personas u organizaciones identificadas como enemigos en tiempos de guerra o emergencia nacional. Esta ley permite, entre otras cosas, la confiscación de bienes de cualquier individuo relacionado con la MS-13 y facilita la deportación inmediata de sus miembros o sospechosos de asociación dentro de Estados Unidos.

Además, los países que reciben apoyo financiero o militar de Estados Unidos enfrentarán una mayor presión para intensificar sus acciones contra la pandilla. Marvin Reyes, dirigente de un movimiento de policías en El Salvador, señaló que “si la pandilla es declarada terrorista, ya no tendrá asidero en ningún país, pues se volverá objetivo de las agencias de investigación internacionales y de los organismos de defensa nacional de Estados Unidos”.

¿Desarticulación masiva de la MS-13?
Aunque la designación como organización terrorista representa un golpe significativo para la MS-13, los expertos advierten que su desarticulación total no será fácil. La pandilla, que surgió en los años 80 entre migrantes salvadoreños en Los Ángeles, ha logrado expandirse a México, Centroamérica, Europa y otras regiones, diversificando sus operaciones hacia el tráfico de drogas, armas, extorsiones y asesinatos.

En El Salvador, la MS-13 ha sido considerablemente debilitada gracias al régimen de excepción implementado por el presidente Nayib Bukele en 2022, que ha llevado a la captura de más de 80.000 miembros y supuestos colaboradores. Sin embargo, la pandilla ha demostrado una notable capacidad de adaptación y resistencia. “La MS-13 ha sobrevivido muchas etapas, especialmente en Honduras, donde son casi un cártel. No se van a desarticular tan fácilmente”, afirmó Farah.

Contexto regional y críticas
La designación de la MS-13 como organización terrorista se da en un contexto regional marcado por controversias. En El Salvador, por ejemplo, se han denunciado acuerdos entre autoridades y cabecillas de la pandilla previos al régimen de excepción, lo que ha complicado los esfuerzos internacionales para desmantelar su operatividad. Además, la política de mano dura de Bukele ha sido criticada por violaciones a los derechos humanos y la falta de debido proceso.

Junto a la MS-13, la administración Trump también ha designado como organizaciones terroristas a los carteles de droga mexicanos y al Tren de Aragua, un grupo criminal transnacional originario de Venezuela. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció al respecto, afirmando que “todos queremos luchar contra los cárteles de la droga”, pero destacando que cada país debe actuar dentro de su territorio.

Conclusión
La designación de la MS-13 como organización terrorista por parte de Estados Unidos representa un paso significativo en la lucha contra esta pandilla, permitiendo acciones más contundentes tanto dentro como fuera del territorio estadounidense. Sin embargo, su desarticulación total sigue siendo un desafío complejo, dada su capacidad de adaptación y su arraigo en múltiples países. Mientras tanto, la cooperación internacional y el respeto a los derechos humanos serán clave para garantizar que estas medidas no solo sean efectivas, sino también justas.

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