El banco más grande de Estados Unidos, JP Morgan, ha proyectado un escenario optimista para la economía argentina, anticipando un rebote significativo en 2025 después de un período de estanflación en 2024. Según los expertos de JP Morgan, se espera que la economía argentina experimente una contracción del 3,6% este año, con un aumento de los precios al consumidor del 200%, seguido de una inflación del 40% y un crecimiento del PBI del 5,2% en 2025.

Estas proyecciones son más alentadoras que las del promedio del mercado, que prevén un crecimiento económico del 3-4% y una inflación cercana al 60% el próximo año. El presidente Javier Milei señaló que la inflación podría llegar a un dígito mensual si se excluye el impacto del aumento de tarifas de los servicios públicos, y destacó el logro de evitar la hiperinflación.

En cuanto al déficit fiscal, se proyecta que sea del 1,7% del PBI este año y del 0,7% en 2025, con estimaciones más conservadoras que las del Gobierno. En cuanto a la deuda externa, se espera que alcance el 64% del PBI este año y disminuya al 57% el próximo, mientras que las reservas del Banco Central aumentarán a USD 22.400 millones y USD 27.400 millones, respectivamente.

El optimismo de Wall Street sobre las cuentas argentinas se refleja en pronósticos como el de Morgan Stanley, que prevé una inflación del 31% el próximo año. Sin embargo, los analistas advierten sobre la necesidad de acelerar el ritmo devaluatorio para preservar la competitividad frente a la inflación y la devaluación de otras monedas emergentes.

Funcionarios del FMI que visitaron Buenos Aires este año también reconocieron la velocidad del ajuste fiscal y pidieron priorizar la calidad sobre la cantidad del ajuste, preservando a los sectores más vulnerables. Observadores de la negociación señalan la preocupación de Washington por evitar una potencial crisis social y la importancia de reformas estructurales para lograr una baja de la inflación y un crecimiento sostenido a largo plazo.