Dólar agro: entra en vigencia con el objetivo que ingresen u$s5.000 millones en 45 días

A partir de este lunes el Gobierno apuesta revertir el saldo negativo del Banco Central para comenzar a acumular divisas con las ventas de soja como motor. Será el debut de la tercera edición del denominado dólar soja -que contempla un tipo de cambio diferencial de $300 para la oleaginosa- y que tiene como objetivo principal que ingresen unos u$s5.000 millones en apenas 45 días. Hacia delante, la proyección oficial indica, además, que se liquidarían, hasta fines de agosto, otros u$s4.000 millones provenientes de las economías regionales, con el nuevo dólar agro. En total serían unos u$s9.000 millones, que actuarían como puente hasta la próxima campaña de trigo.

En el sector explican que, derivado de las ventas de soja y la liquidación de divisas de las empresas agroexportadores, a partir del lunes deberían ingresar un promedio diario de u$s160 millones, cifra que serviría para cambiar el signo negativo con el que está cerrando el BCRA desde hace más de 20 ruedas. En tanto, los productores recibirían un precio promedio por la tonelada de soja de alrededor de $110.000. El eje de esta nueva medida estará no solo en captar las 7 millones de toneladas de soja de la campaña pasada que todavía no se vendieron, sino también grano de la nueva cosecha que comenzará a llegar a los puertos en breve.

La actual cosecha de soja no lograría superar las 25 millones de toneladas y producto de la sequía, se estima que se perdió 1 de cada 3 hectáreas que se sembraron. Teniendo en cuenta esta situación habrá de por sí una menor disponibilidad de dólares este año, pero también los productores tendrán que ejecutar ventas con mayor premura que otros años. Es por ello que se espera captar un buen volumen de grano de la nueva campaña.

“En líneas generales pueden ingresar más de u$s5.000 millones como indican las empresas del sector, más concretamente, la liquidación del campo en estos 45 días podría ser de unos u$s6.000 millones, siempre y cuando los productores aprovechen la ventana de tiempo estipulada para vender a un mejor valor, algo que muy probablemente suceda. El interrogante es qué sucederá después del 24 de mayo, porque si se considera lo ocurrido con las dos ediciones del dólar soja anteriores, a partir del fin del tipo de cambio diferencial las ventas de soja se contrajeron monumentalmente y, por ende, el ingreso de divisas. 

Ahí jugará un rol estratégico el dólar agro, que buscará otros u$s4.000 millones de las economías regionales hasta fin de agosto”, señaló en diálogo con Ámbito Javier Preciado Patiño, exsubsecretario de Mercados Agropecuarios y consultor agroindustrial.

El especialista en temas agroindustriales y mercados también explicó un tema fundamental a tener en cuenta con el dólar soja: “Es cierto que las empresas que utilizan la soja en el mercado interno se verán perjudicadas porque deberán pagar un precio de exportación, pero lo cierto es que es por un tiempo muy acotado. Además, la incidencia de la soja en la alimentación animal también es muy chica. Es por ello que no deberían aumentar los precios de la carne, el pollo o el huevo por esta medida. Si sucede, es por especulación ya que lo que más utilizan es maíz y a pesar de la sequía la provisión del cereal está más que asegurada”.

Precios y exportaciones

Justamente, el Gobierno nacional busca que el dólar agro genere un shock de divisas pero que no perjudique los precios internos en medio de una fuerte inflación. Es por ello que lo que se refiere a las economías regionales todavía se están delimitando los alcances de la medida.

El foco será que los sectores que accedan al tipo de cambio diferencial hasta fin de agosto se comprometan antes a bien abastecer al mercado interno y rubriquen además un acuerdo de precios. Según explicó Massa durante la presentación de la nueva edición del programa, será condición necesaria para acceder a los beneficios que las compañías “participen del programa de precios, mantengan los empleos y garanticen volumen y abastecimiento de los productos que se comprometen en el programa de precios”.

“Queremos que esa ganancia mayor y esa recuperación de competitividad se vea reflejada en los precios de mercado interno”, remarcó el ministro. De no cumplir con estas condiciones, las empresas “serán dadas de baja” y no podrán acceder al tipo de cambio diferencial.

La industria del maní y la vitivinícola, serán dos de las más beneficiadas por esta medida. En cuanto al sector lácteo, será clave el acuerdo de precios para conseguir el visto bueno del Gobierno. De todas formas, en todos los sectores exportadores de las economías regionales ven con buenos ojos esta medida que podría acelerar las exportaciones y brindar, además, mayor robustez a las reservas del BCRA.

Fuente: Ámbito Financiero, Argentina.

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