Durante esta semana, el Banco Central de Argentina logró adquirir un total de 727 millones de dólares. Este incremento se debe al salto del 118% en el valor del dólar, una medida adoptada por el Gobierno para iniciar su programa de emergencia económica. La nueva cotización ha permitido que aparezcan los dólares que antes no se manifestaban cuando el Banco Central exigía su liquidación a un precio mucho más bajo.
El registro de compra de dólares en estos días fue el siguiente: 284 millones el miércoles, 236 millones el jueves y 207 millones el viernes. Esta subida del dólar oficial y la estabilidad en los dólares alternativos redujo significativamente la brecha cambiaria, situándola en un 21% el viernes, gracias a la baja del dólar blue a $ 970.
Al cierre del mercado, el dólar mayorista alcanzó los $ 801,1, con un incremento de 1,1 peso respecto al inicio del programa económico, resultado del crawling peg, es decir, una mini devaluación programada del 2% para los próximos 30 días. El dólar minorista promedió los $ 821, el MEP los $ 973 y el Contado con Liquidación los $ 994.
La brecha entre el dólar oficial y el blue disminuyó al 21%, tres puntos por debajo de la brecha entre el oficial y el MEP. El dólar tarjeta, cotizando a $ 1.313, mostró una brecha del 63%, lo que puede incentivar a quienes viajen al exterior a utilizar los dólares billete acumulados o pagar el consumo acumulado en el resumen con dólares billete.
El ministro de Economía, Luis Caputo, confía en mantener altas las ventas de dólares durante el verano, aunque reconoce la dificultad debido al ciclo económico del agro, esperando llegar a abril, cuando comience la liquidación de granos de la cosecha gruesa. Por otro lado, se están llevando a cabo negociaciones con organismos y bancos de inversión en busca de asistencia adicional, aunque la alta calificación de riesgo país mantiene a Argentina fuera de los mercados de deuda voluntaria.
Los dólares reunidos por el Banco Central tienen como objetivo pagar las importaciones registradas a partir de este momento. Santiago Bausili, a cargo del organismo, distingue entre el flujo nuevo (importaciones posteriores al 13 de diciembre) y el stock (SIRA autorizadas y no pagadas por el gobierno anterior). Las importaciones se liquidarán según un cronograma, priorizando sectores como la energía, productos farmacéuticos y fertilizantes, extendiéndose hasta los 180 días. La deuda acumulada, estimada en unos 62.000 millones de dólares, se manejará mediante un menú de bonos con diferentes plazos de vencimiento, permitiendo a los importadores pagar con pesos.