Tras el atentado que sufrió Cristina Kirchner, la custodia de la vicepresidenta quedó bajó la lupa, no solo por su accionar sino también por cuestiones económicas. Diego Carbone, el jefe de seguridad de la funcionaria, ha tenido un importante salto en su patrimonio en la última década.
Durante el gobierno de Cristina Kirchner, Carbone había sido ascendido al rango de comisario. Actualmente por ese rol está cobrando $445.000 mensuales por medio de la Policía Federal Argentina. Su hija Emelina trabaja en la Administración General de Puertos Sociedad del Estado, con un salario de $204.000 al mes.
En la declaración jurada de su patrimonio en 2012, el custodio de la vicepresidenta había declarado $649.000. Mientras que en su última declaración reconoció una cifra cercana a los $18 millones. Entre sus principales bienes se encuentra una casa de más de 1000 metros cuadrados en Benavídez.
Según informó el periodista Emiliano Russo, Diego Carbone además de ser el jefe de custodios, es amigo íntimo de Cristina Kirchner. El acreditado de Casa Rosada señaló que “sus detractores lo acusan de haber aprovechado por años esa supuesta cercanía para hacer negocios personales”.
“Lo acusan de haberle cobrado ‘porcentajes’ de viáticos a los custodios que viajaban al exterior en las giras de CFK y de utilizar los coches destinados a la custodia ‘cuestiones personales’ y no conforme a ello ‘al personal asignado para realizar reparaciones edilicias en su casa de un barrio privado”, agregó Russo.