Miles de fieles de todo el mundo se congregan en El Vaticano para dar el último adiós al Papa Francisco. El féretro del pontífice argentino permanece a cajón abierto por cuarto día consecutivo en la Basílica de San Pedro, donde continuará hasta este viernes, cuando será cerrado y preparado para el funeral oficial del sábado. La despedida marca el cierre de un ciclo histórico en la Iglesia Católica, mientras el cónclave que definirá a su sucesor comienza lentamente a tomar forma.
“Francisco fue un hombre libre, y eso es hermoso, un hombre libre que amaba a la gente”, afirmó el cardenal español François-Xavier Bustillo. “Humanizó la Iglesia, sin desacralizarla”, agregó sobre el legado del primer Papa jesuita, latinoamericano y argentino, elegido en 2013.
El cónclave en fase de deliberación
Mientras tanto, los 133 cardenales con derecho a voto ya comenzaron las primeras reuniones de la Congregación General, etapa preliminar del cónclave. Se trata de jornadas de reflexión y debate sobre el rumbo que tomará la Iglesia tras la muerte del pontífice.
“El Vaticano está en fase de discusiones, no de decisiones”, aclaró el cardenal Bustillo, en medio de especulaciones mediáticas sobre quién podría convertirse en el próximo Santo Padre. En la misma línea, el cardenal italiano Fernando Filoni pidió prudencia: “Los medios especulan y apuestan sobre el futuro, pero dejémoslo para cuando llegue el momento”.
La delegación argentina y las primeras definiciones
Cuatro cardenales argentinos participan del proceso: Víctor Manuel Fernández, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; Mario Aurelio Poli, sucesor de Francisco en la Arquidiócesis de Buenos Aires; Vicente Bokalic Iglic y Ángel Sixto Rossi.
En la tercera Congregación General —realizada esta semana en el Aula del Sínodo, de 9 a 12 horas— se leyeron los primeros 23 párrafos de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que rige los procedimientos del cónclave.
Entre las primeras decisiones ceremoniales, se confirmó que el cardenal Víctor Manuel Fernández oficiará la misa del sexto día de los Novendiales. Originalmente, se preveía que lo hiciera el camarlengo Kevin Farrell. También se resolvió que el padre Donato Ogliari, abad de la Basílica de San Pablo Extramuros, ofrezca la primera meditación del lunes, y que el cardenal Raniero Cantalamessa —predicador emérito de la Casa Pontificia— esté a cargo de la segunda.
A la espera del “Habemus Papam”
Todo transcurre bajo el protocolo de Sede Vacante, que se activa automáticamente con la muerte del Papa. El proceso culminará recién con el anuncio del nuevo pontífice desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
En ese momento, la Iglesia volverá a escuchar el histórico “Habemus Papam”, y el mundo conocerá al sucesor de Francisco, el Papa que marcó un antes y un después en la historia reciente del catolicismo.