La percepción y clasificación de las clases sociales plantea un desafío complejo, y en España, como en muchos países, la identificación con la clase media prevalece, independientemente de los ingresos reales. Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en noviembre de 2023, el 44,6% se autodenomina clase media, mientras que menos del 4% se ubica en las clases media-alta y alta. ¿Cómo se determina a qué categoría pertenece cada individuo?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) propone un método comúnmente empleado que analiza los ingresos en cada país. En 2019, la mediana de ingresos en España fue de 15.193 euros anuales. Bajo este enfoque, ingresos anuales inferiores a 11.395 euros se clasificarían como clase baja; entre 11.395 y 30.386 euros como clase media, y superiores a 30.386 euros como clase alta.
Traducido a ingresos mensuales, con una mediana de 1790 euros, los ingresos inferiores a 1343 euros se considerarían de clase baja; entre 1343 y 3581 euros, de clase media, y por encima de 3581 euros, de clase alta. Estos umbrales varían según el tamaño del hogar, reflejando la realidad económica de los residentes.
