El oscuro mundo del espionaje ilegal vuelve a salir a la luz, revelando una compleja red de “seudoperiodistas”, policías, hackers y agentes inorgánicos de inteligencia al servicio de funcionarios, candidatos y estudios jurídicos. En esta trama desordenada, sin liderazgo vertical, se tejen “carpetas” que se ofrecen al mejor postor, sin distinción entre fuego amigo y enemigo, oficialismo y oposición.

El fiscal federal Gerardo Pollicita destapó una de estas redes, exponiendo las actividades de Ariel Zanchetta, ex policía federal y autodenominado periodista, que entregaba información confidencial sobre figuras públicas a Fabián “Conu” Rodríguez, subdirector general de Servicios al Contribuyente de la AFIP y vinculado a La Cámpora. Los allanamientos en la casa y oficina de Rodríguez desvelaron un entramado que incluía intercambio de dinero público por supuestos servicios de espionaje.

El modus operandi revela un submundo donde pseudoperiodistas generan “partes” comprometedores y buscan venderlos a sus objetivos. Estos individuos, en su mayoría, forman parte de una “comunidad informativa”, con contactos en organismos oficiales que les permiten acceder a información confidencial. La AFIP, en particular, se erige como un punto clave en esta red, ofreciendo datos sofisticados, desde consumo de tarjetas de crédito hasta declaraciones patrimoniales.

El caso de Victoria Tolosa Paz destaca como ejemplo de cómo operan estas tramas, revelando el intercambio de dinero público por información comprometedora. El expolicía Zanchetta, con 25 años de experiencia en la Policía Federal y vinculado a la inteligencia, se presenta como periodista y crea un portal, EnClave.ar, para aparentes operaciones de espionaje.

El diputado Rodolfo Tailhade, vinculado a Zanchetta en conversaciones, se encuentra ahora bajo la mira de la oposición. Aunque aún no se ha determinado la comisión de delitos o intercambio de dinero en sus conversaciones, la oposición solicita una investigación en la comisión bicameral de Inteligencia. El caso expone las complejidades y los riesgos de este submundo del espionaje ilegal, donde las líneas entre información legítima y operaciones oscuras se desdibujan.