Desafíos y Cuestionamientos: Los Planes Sociales en Argentina y su Creciente Impacto en las Finanzas Públicas

Los planes sociales surgieron como una respuesta a la crisis del año 2001, una etapa turbulenta que dejó marcada a la sociedad argentina. La detonación de esa crisis fue impulsada por el ‘corralito’, seguida por el desencadenante ‘corralón’. Sin embargo, lo que perdura en la memoria colectiva son las trágicas pérdidas humanas de los días 19 y 20 de diciembre de 2001. A pesar de ello, los programas de asistencia social perduran hasta hoy, aparentemente inmutables. Eduardo Duhalde tomó medidas en respuesta al impacto de la muerte de los cartoneros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán a manos de la Policía Bonaerense, generando el inicio de estos planes. Los Kirchner, en 2003, optaron por consolidar su poder atrayendo a grupos piqueteros a su causa. Uno de los más influyentes fue el Movimiento Evita, dirigido por Emilio Pérsico y Fernando Navarro. Desmontar esta estructura parece una tarea imposible, ya que se ha establecido un núcleo de poder en la Argentina. La agencia NA, a través de José Calero, ha presentado un informe esclarecedor sobre este tema:

El gasto público está experimentando un crecimiento exponencial, al punto de que actualmente se destinan cerca de $4.200 millones diarios para cubrir los planes sociales. En tan solo 8 meses, casi la totalidad del presupuesto anual previsto ha sido agotado, de acuerdo con cifras oficiales. Hasta el 21 de agosto, el Gobierno ya ha transferido $1,02 billón al Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Victoria Tolosa Paz. Con un presupuesto estimado inicialmente en $1,16 billones, que luego fue aumentado a $1,24 billones, se ha consumido un 90% de los fondos.

Los programas más beneficiados son el “Potenciar Trabajo” y “Políticas Alimentarias”, que acaparan la mayor parte de los recursos. Sin embargo, otros planes, como “Abordaje Territorial e Integración Socio Urbana”, también han sido favorecidos. La red de organizaciones intermediarias entre el Estado y los beneficiarios de los planes ha generado un creciente escepticismo en el ámbito político. La financiación de una campaña electoral en un distrito clave como La Matanza por parte de organizaciones piqueteras, encabezadas por Emilio Pérsico -un funcionario de Desarrollo Social-, ha generado tensiones en el panorama político. En ese distrito, Patricia Cubría -esposa de Pérsico- compitió en las primarias y fue derrotada por el intendente Fernando Espinoza, acusado también de utilizar recursos públicos para su campaña.

La cartera de Desarrollo Social ha sido objeto de disputas entre las organizaciones afines al kirchnerismo, incluso antes de la llegada de Victoria Tolosa Paz en octubre. El enfrentamiento por el poder territorial entre el Movimiento Evita y La Cámpora, en medio de la lucha entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, demuestra la influencia interna. Figuras como Juan Grabois, a través de sus representantes como Miño, también añaden complejidad a esta dinámica. A pesar de que el año pasado, Rafael Klejzer, del Movimiento La Dignidad -ligado a Grabois-, fue despedido por Pérsico, estas tensiones continúan.

En definitiva, el escenario político y económico de Argentina se encuentra profundamente influenciado por los planes sociales, cuyo costo en términos financieros y políticos sigue en aumento.

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