Desafíos para Argentina: Cumplir con el Programa del FMI y Reducir el Déficit Fiscal

El programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que Argentina ha estado implementando enfrenta desafíos significativos según el último informe del organismo. El FMI señala que el programa “descarriló” durante el 2023, con metas clave incumplidas en los dos primeros trimestres del año. Esto incluye la acumulación de reservas en el Banco Central de Argentina (BCRA), el tope al déficit primario y la emisión de pesos para asistir al Tesoro.

El informe del FMI enfatiza la importancia del capítulo fiscal en la economía argentina. Se espera que durante la segunda mitad del año, el gasto público disminuya en un 11% en términos reales para cumplir con la meta anual de un déficit primario del 1.9% del PIB. Para lograrlo, se requerirán “esfuerzos significativos para movilizar temporalmente los ingresos en divisas de las importaciones y contener el gasto público”.

El FMI insta a evitar la financiación directa del presupuesto mediante la emisión de dinero y reducir la dependencia de fuentes internas para cumplir con los objetivos de desinflación. Además, se proyecta una consolidación fiscal a mediano plazo, que incluirá un regreso gradual a los mercados internacionales a partir de 2025.

La meta para fines de diciembre de 2023 es que el tope de déficit fiscal primario sea de $3.2 billones en términos nominales. Hasta julio, el déficit primario había alcanzado los $2.2 billones, lo que hace que la meta sea desafiante para el gobierno, especialmente considerando que el gasto público tiende a aumentar en la segunda mitad del año.

Además, el informe del FMI aborda la cuestión de los subsidios y la necesidad de alinear las tarifas con los costos de producción, especialmente después de la devaluación del tipo de cambio.

Un factor importante para el cumplimiento de estas metas fiscales es la deuda flotante, que refleja el nivel de pagos atrasados acumulados por la Administración Central. La deuda flotante se considera un tipo de “financiamiento indirecto” y puede influir en el balance fiscal.

En julio, la deuda flotante disminuyó, lo que indica que el Ministerio de Economía aceleró los pagos atrasados. Esta cifra es importante ya que puede influir en la capacidad del gobierno para cumplir con sus objetivos fiscales y puede afectar su posición en las negociaciones con el FMI.

En resumen, Argentina enfrenta desafíos significativos en la implementación de su programa con el FMI, especialmente en lo que respecta a la reducción del déficit fiscal y el control de la inflación. El cumplimiento de estas metas requerirá esfuerzos considerables y medidas adicionales para estabilizar la economía del país.

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