Desafío para el Gobierno: ¿Podrá Mantener el “Crawling Peg” del 2% Mensual Ante una Devaluación Proyectada Más Alta?

A pesar de la persistente inflación y las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para acelerar la devaluación, el Gobierno argentino sigue apostando por mantener el “crawling peg” del 2% mensual en el dólar oficial. Sin embargo, las últimas proyecciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) sugieren un panorama más complejo.

Según el REM de julio, se espera que el tipo de cambio nominal llegue a $942,50 en agosto de 2024, lo que implicaría un aumento mensual promedio de 2%. Para diciembre, la estimación es de $1.088,20 por dólar, lo que representaría una devaluación anual del 69,5%, significativamente superior al 2% mensual proyectado por el Gobierno. Este incremento implica una suba promedio mensual del 2,8% de agosto a diciembre, superando el objetivo oficial.

Influencia del Contexto Global

El contexto internacional también juega un papel crucial. La incertidumbre global, exacerbada por posibles recesiones en EE.UU. y conflictos bélicos en regiones clave para el mercado de hidrocarburos, podría influir en la estabilidad del peso argentino. Estas variables podrían llevar a “devaluaciones competitivas” o “guerras de monedas”, dificultando aún más la tarea de mantener el ritmo de devaluación actual.

Expectativas del Mercado

El mercado financiero se muestra dividido. La curva de futuros del dólar para diciembre se sitúa en $1.112,50, y algunos analistas, como Gustavo Quintana y Andrés Reschini, consideran que el Gobierno podría continuar con el “crawling peg” del 2% mensual. Sin embargo, hay escepticismo respecto a si esta estrategia se mantendrá, dado el historial de proyecciones erróneas del mercado de futuros.

El analista Pablo Ferrari destaca que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno, las dificultades como reservas netas negativas y la falta de liquidación de divisas por parte de los exportadores podrían complicar la continuidad del “crawling peg”. También señala que el impacto de posibles medidas como el levantamiento parcial del cepo cambiario y la entrada de fondos frescos del FMI podrían influir en la posibilidad de mantener la pauta actual.

En resumen, mientras el Gobierno argentino se empeña en mantener el “crawling peg” del 2% mensual, las proyecciones y el contexto económico sugieren que una mayor devaluación podría ser inevitable. La capacidad del Gobierno para gestionar estas tensiones y adaptarse a las condiciones cambiantes será clave en los próximos meses.

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