Déficit cambiario y urgencia por el FMI: señales de una economía bajo presión

El atraso cambiario y la necesidad de obtener dólares con rapidez quedaron en evidencia con los datos del balance cambiario de enero. La balanza de servicios registró un déficit histórico, similar al del verano de 2018, un período marcado por la apreciación del peso que terminó en una fuerte devaluación en abril de ese año.

En este contexto, enero de 2025 marcó el octavo mes consecutivo de déficit en la cuenta corriente cambiaria. Además, el Banco Central (BCRA) intervino en el mercado con USD 984 millones para sostener las cotizaciones del dólar financiero.

Un déficit que enciende alarmas

El informe del BCRA reveló un déficit de cuenta corriente de USD 1.656 millones, el segundo peor resultado de la actual gestión, solo superado por el de julio pasado (USD 1.668 millones). La cuenta corriente refleja el flujo de divisas por exportaciones e importaciones, turismo y pagos de intereses a organismos internacionales y bonistas privados.

Desde junio de 2024, cuando se instaló el atraso cambiario tras la fuerte devaluación de diciembre de 2023, la cuenta corriente se ha mantenido en terreno negativo.

La presión sobre las reservas y el turismo al exterior

Uno de los factores que impulsó el déficit de enero fue el fuerte aumento del turismo de residentes en el exterior, favorecido por la depreciación del peso frente a las monedas de los países vecinos. El INDEC ya había anticipado que la salida de turistas creció un 74,9% interanual, y los datos del BCRA confirmaron el impacto en la balanza de servicios, que cerró con un rojo de USD 1.187 millones.

En particular, la cuenta de “viajes y otros pagos con tarjeta” mostró un déficit de USD 1.112 millones, el más alto desde enero de 2018, cuando alcanzó los USD 1.339 millones, meses antes de la corrida cambiaria de abril de ese año.

¿Un nuevo episodio de atraso cambiario?

En aquel entonces, el gobierno de Cambiemos enfrentó dificultades para frenar la crisis debido a la falta de restricciones cambiarias. El atraso cambiario electoral, sumado a un esquema de altas tasas de interés en pesos y un dólar con suba controlada, generó un escenario propicio para el “carry trade”.

Hoy, la dinámica es diferente, pero con similitudes preocupantes: el dólar se deprecia al 1% mensual, mientras que la tasa de interés en pesos se mantiene en 2,4% mensual.

La urgencia de un acuerdo con el FMI

Los datos del balance cambiario explican la premura del gobierno por cerrar un acuerdo con el FMI, algo que el presidente volvió a anticipar como “inminente”. Sin definiciones sobre la llegada de un desembolso del organismo, el riesgo país aumentó un 15,5% desde el estallido del escándalo cripto, y los bonos de la deuda reaccionaron al alza.

El informe del BCRA también reveló que la cuenta de bienes dejó un leve superávit de USD 425 millones, insuficiente para compensar el rojo en servicios y los pagos de intereses, que sumaron USD 911 millones.

Para sostener la estabilidad del mercado financiero, el BCRA intervino con USD 984 millones a través de la compra y venta de títulos valores. Dado el cepo cambiario, solo los exportadores pueden acceder al “carry trade”, mientras que el gobierno debe utilizar sus divisas para controlar el contado con liquidación (CCL) y el dólar MEP.

En un contexto de reservas limitadas, un mercado en caída y la incertidumbre sobre el acuerdo con el FMI, el desafío del gobierno es evitar que la historia de 2018 se repita.

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