Tras la derrota en las elecciones primarias del pasado domingo, que se sumó a la creciente devaluación y la escalada de precios en Argentina, el debate sobre la conveniencia de que Sergio Massa continúe liderando el Ministerio de Economía hasta el 10 de diciembre ha cobrado fuerza dentro del oficialismo. Sin embargo, el propio candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) salió a rechazar estas especulaciones y afirmó que no dará un paso atrás. Aunque su equipo había asegurado previamente que su continuidad en el Palacio de Hacienda no estaba en duda y que mantendría su doble función.

A pesar de la negativa de Massa, dentro de las filas oficialistas empezó a ganar terreno la idea de que su permanencia en el cargo podría complicar las chances electorales de UxP. Varios dirigentes manifestaron que Massa debería centrarse en la campaña y ceder su rol en el Ministerio de Economía. Uno de ellos expresó que la decisión debe ser colectiva y priorizar lo que convenga al conjunto. Se mencionó que las difíciles decisiones económicas ya fueron tomadas y que ahora es tiempo de enfocarse en la campaña.

Eduardo Valdés, un influyente diputado alineado con el kirchnerismo, también planteó la posibilidad de que Massa deje el Ministerio de Economía y se dedique completamente a la campaña. Valdés sugirió que Massa debería elaborar propuestas a corto, mediano y largo plazo y recorrer el país para captar votantes. Omar Plaini, un líder sindical aliado al kirchnerismo, también abogó por que Massa delegue el ministerio y se enfoque en la campaña.

Por su parte, Massa reconoció el daño que la devaluación causa en la sociedad, pero destacó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no fue firmado por él y que están renegociando las condiciones para mitigar su impacto. A pesar de las voces que sugieren su renuncia al ministerio, Massa parece estar decidido a continuar en su rol y afrontar los desafíos económicos y electorales que se presentan.