Antes de su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Javier Milei anunció que había recibido 60 solicitudes de entrevistas bilaterales, de las cuales, según informó, rechazó 57. Durante su estadía en Suiza, el presidente argentino se reunió con figuras destacadas como Kristalina Georgieva, titular del FMI, y David Cameron, canciller del Reino Unido. También compartió una foto con Máxima Zorreguieta, reina de Holanda.

Sin embargo, más allá de estos encuentros, la presencia de Milei en Davos generó polémicas y reacciones. Elon Musk, dueño de Twitter y Tesla, expresó su apoyo a las ideas del presidente argentino, siendo considerado por Milei como parte de la “santísima trinidad” junto a Alberto Benegas Lynch Hijo y Conan.

De regreso en Buenos Aires, Milei continuó activo en redes sociales, retuiteando mensajes que elogiaban u ofendían a otros participantes de Davos. Además, se dedicó a medir la popularidad de su discurso, en el cual equiparó a “colectivistas” socialdemócratas, globalistas, conservadores y nazis.

En el ámbito internacional, la figura de Milei fue bien recibida en círculos financieros, con ejecutivos de JP Morgan y dueños de fondos elogiando sus ideas económicas. También se destacó su apoyo en la alt-right y el conservadurismo internacional.

De vuelta en Argentina, el presidente se enfrenta a desafíos políticos, con la discusión de un extenso proyecto de ley ómnibus que aborda diversos temas, desde la privatización del Banco Nación hasta cambios en la jubilación. La oposición, liderada por figuras como Diego Santilli y María Eugenia Vidal, ha tomado un rol activo en el análisis y debate del proyecto, cuestionando aspectos específicos.

La gestión de Milei ha despertado críticas y controversias tanto en el ámbito nacional como internacional, marcando un periodo de intensa actividad política y económica en Argentina.