Cristina Kirchner decidió retirarse de la contienda por la Presidencia Provisional del Senado y, en cambio, solicitó que tanto ese cargo como la conducción de la Cámara de Diputados sean ocupados por legisladores afines a Javier Milei en lugar de los del PRO, con la intención de influir en la relación con Mauricio Macri.

En una declaración, la vicepresidenta argumentó que tanto la Presidencia del Senado como la de la Cámara Baja deberían recaer en representantes de La Libertad Avanza, la fuerza política que, según ella, obtuvo una representación popular mayoritaria en las elecciones del 19 de noviembre. Aunque Cristina se mostró respetuosa hacia las instituciones y la voluntad popular, su movimiento estratégico parece ser una maniobra para introducir tensiones en la disputa por la Cámara de Diputados y dificultar los planes de Macri.

La advertencia de Cristina implica incertidumbre sobre cómo el kirchnerismo reaccionará si Milei propone a un senador o diputado del PRO para liderar las Cámaras, dado que La Libertad Avanza carece de figuras prominentes, especialmente en el Senado. La vicepresidenta busca evitar que Macri imponga a ciertos candidatos, como Ritondo, a quien considera parte del “dispositivo de persecución judicial” del macrismo. Además, busca bloquear la designación de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad, temiendo la recreación de estructuras de poder y espionaje de la gestión anterior.

Esta situación ha enredado las negociaciones entre Milei, los gobernadores peronistas y el peronismo, especialmente en relación con la designación de Bullrich, ya que algunos dirigentes del PJ expresaron su descontento con esta elección.

En el caso de la Cámara de Diputados, los gobernadores peronistas no tienen objeciones con que asuma Randazzo o Pichetto, pero Cristina veta esas opciones y aboga por un representante propio de Milei. Su renuncia aparente al Senado parece ser un gesto hacia el libertario para influir en las designaciones futuras y evitar ciertas candidaturas del PRO.

Macri, por su parte, ha vinculado las negociaciones para la Cámara de Diputados con la designación del Ministerio de Seguridad, advirtiendo a Milei sobre las consecuencias si opta por candidatos no deseados por el PRO.