Crisis en la salud global: recortes en la financiación internacional amenazan con provocar más de 25 millones de muertes en 15 años

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, advirtió en la Conferencia de la ONU en Sevilla que los recortes en la financiación internacional para la salud podrían provocar más de 25 millones de muertes en los próximos 15 años. La advertencia llega en un contexto marcado por el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la drástica reducción de fondos de la USAID y del Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR), políticas impulsadas por la administración de Donald Trump.

Según un informe del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, la Asistencia para el Desarrollo en Salud (DAH) se redujo en un 51% desde su pico máximo tras la pandemia, pasando de 80,3 mil millones de dólares a 39 mil millones en 2025, el nivel más bajo en 15 años. De mantenerse esta tendencia, se prevé que caiga a 36 mil millones en 2030, lo que pondría en riesgo programas vitales de vacunación, prevención de VIH/SIDA, malaria, tuberculosis y salud materno-infantil.


El efecto dominó de los recortes estadounidenses

La salida de EE.UU., principal financiador desde 1990, generó un efecto cascada en otras potencias como Francia, Alemania, Reino Unido y Finlandia, que han reducido sus aportes, priorizando gasto en defensa en el contexto de la guerra en Ucrania. En solo cuatro años, el mundo ha perdido más de 40 mil millones de dólares en inversión sanitaria internacional.

En respuesta, China incrementó en 500 millones su aporte a la OMS, España lanzó la Iniciativa de Acción para la Salud Global con 315 millones de euros entre 2025 y 2027, y países como Australia y Emiratos Árabes Unidos aumentaron su cooperación regional. Sin embargo, estas iniciativas no logran compensar la retirada de los grandes donantes.


El sur global, el más afectado

El África Subsahariana será la región más golpeada, con un recorte estimado del 29% de su presupuesto, seguido por Asia y Oceanía. Esto podría revertir avances históricos, como la reducción de la mortalidad infantil en menores de cinco años, que cayó de 1.837 muertes por cada 100.000 habitantes en 2011 a 1.485 en 2019.

La doctora Angela Apeagyei, autora principal del informe, advirtió:
La drástica reducción de la DAH podría comprometer décadas de progreso. Los recortes amenazan con disparar nuevamente las tasas de mortalidad infantil y materna, y con agravar crisis de saneamiento, agua y seguridad alimentaria”.

El IHME estima que solo los recortes de USAID podrían derivar en 14 millones de muertes en los próximos años.

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