El episodio ocurrido ayer marcó un nuevo punto de tensión en las ya fracturadas relaciones dentro del gobierno nacional. La vicepresidenta Victoria Villarruel desató un escándalo político al criticar implícitamente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el caso de Nahuel Agustín Gallo, un gendarme argentino secuestrado en Venezuela desde hace dos semanas.
La polémica se originó en la red social X, donde Villarruel respondió a un usuario que le pedía una postura sobre el caso:
“Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de seguridad, no opino de las sanciones y acciones que se debieran tomar. Slds”, publicó la vicepresidenta.
La repercusión fue inmediata. La crítica implícita a Bullrich no solo ocupó la portada de Infobae, sino que generó un aluvión de reacciones en redes sociales y el enojo del propio presidente Javier Milei. A pesar de que Villarruel borró el mensaje horas después, el daño ya estaba hecho.
Indignación en el Gobierno y Respuesta de Bullrich
Desde la Casa Rosada, funcionarios y voceros manifestaron su indignación por el comentario de Villarruel. Por su parte, Bullrich respondió con dureza:
“Es vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”.
Además, la ministra señaló el desconocimiento de Villarruel sobre los procedimientos de la Gendarmería Nacional, aclarando que la autorización para viajar se gestiona a través de la Dirección de Personal. Finalizó su respuesta con una crítica al aumento salarial en el Senado:
“Le pido que se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado. La ciudadanía no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”.
Un Año de Fricciones y la Ruptura Inminente
El enfrentamiento de ayer se produce tras un año de relaciones tensas entre la vicepresidenta y el resto del gobierno, marcadas por recelos y disputas públicas. Aunque Villarruel había intentado en las últimas semanas gestos de distensión, este episodio parece haber sellado la ruptura.
Fuentes del entorno de Villarruel intentaron minimizar el escándalo, subrayando que el mensaje fue eliminado rápidamente. Sin embargo, el incidente dejó en evidencia la fractura interna en el oficialismo y la falta de coordinación entre sus principales figuras.
Milei, el Desafío de Conducir un Gobierno Dividido
El presidente Javier Milei, que hasta ahora había intentado mantenerse al margen de las disputas entre Villarruel y Bullrich, emitió mensajes cifrados en sus redes sociales, cuestionando tanto el oportunismo político como la falta de unidad en su gobierno.
El caso del gendarme secuestrado, lejos de unir a las autoridades en una causa común, profundizó las diferencias internas. El desenlace de esta crisis podría marcar un antes y un después en la dinámica del poder dentro del oficialismo, mientras el caso de Nahuel Gallo sigue sin resolverse.
Una Prueba de Fuego para la Gobernabilidad
Con un escenario político cada vez más convulsionado, este episodio evidencia las dificultades de Milei para gestionar un gobierno con actores de peso enfrentados entre sí. Mientras tanto, el reclamo por la liberación de Nahuel Gallo continúa como una deuda pendiente que trasciende las disputas internas y pone a prueba la capacidad del gobierno para afrontar crisis internacionales.