La llegada de Federico Sturzenegger al Ministerio de Economía ha entrado en una fase crítica y Javier Milei ahora intenta convencer a Luis “Toto” Caputo para que asuma el cargo, en medio de la presión del Círculo Rojo para que se defina esa posición clave.

Caputo, quien inicialmente alegó la supuesta resistencia de su esposa para rechazar el cargo, según fuentes al tanto de las conversaciones, parece haber cedido en su intransigencia en las últimas horas, dejando abierta la posibilidad de reunirse con Milei. Esto ha suscitado especulaciones sobre su posible aceptación del cargo ministerial.

El ex ministro de Economía durante la gestión de Macri es considerado un experto en finanzas y su eventual llegada al Palacio de Hacienda se centraría en el desafío crucial de desactivar la problemática de las Leliqs, una de las cuestiones más complejas heredadas por Milei.

Caputo, quien tiene una relación personal con Milei fuera del círculo de Macri, ha sido respaldado por el ex presidente para esta posición. A pesar de su cercanía con Rodríguez Larreta, el establishment presiona a Milei para que defina este nombramiento clave, buscando certezas sobre el futuro económico del país en el cambio de gobierno.

Milei, enfrentando presiones y consciente del potencial conflicto que podría surgir, postergó anuncios de nombramientos hasta su asunción. Los empresarios, aunque entienden la precaución del presidente electo, demandan certidumbre a falta de 20 días para su toma de posesión.

La posibilidad de la llegada de Sturzenegger ha perdido fuerza en las últimas horas, a pesar de los elogios de Milei. Por su parte, si bien Caputo había expresado previamente su negativa debido a la reacción de su cónyuge, en recientes conversaciones esa negativa ha mostrado cierta flexibilidad.

Se especula sobre un posible tercer candidato si la opción de Caputo no se concreta. Demián Reidel, autodenominado “El desarmador de cepos”, rechazó una oferta para ser ministro, pero su posible incorporación al ministerio estaría ligada a Sturzenegger en caso de que este último sea finalmente el designado.

No obstante, se señala una fricción entre Caputo y Sturzenegger, lo que complica una eventual colaboración conjunta. “Se odian”, concluye una fuente al tanto de las conversaciones sobre esta tensa situación ministerial.