La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó este jueves una resolución impulsada por España y Palestina que condena los abusos de Israel en Gaza, exige un alto el fuego inmediato y pide rendición de cuentas por las violaciones al derecho internacional. La iniciativa obtuvo un amplio respaldo: 146 votos a favor, 12 en contra y 19 abstenciones. Entre los países que votaron en contra figuran Estados Unidos, Israel, Argentina, Hungría y Paraguay.
La votación tuvo lugar tras la reiterada parálisis del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos vetó la semana pasada una resolución que contaba con 14 votos a favor y pedía un cese inmediato de hostilidades, la liberación de los rehenes y el restablecimiento de la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Fuentes diplomáticas citadas por elDiario.es señalan que la Asamblea actuó frente a la “inacción” del órgano más poderoso de la ONU, trabado por el poder de veto estadounidense.
El texto aprobado por la Asamblea General recoge elementos de aquella resolución vetada, pero eleva significativamente el tono. Exige la rendición de cuentas por las acciones del gobierno israelí y llama a los Estados miembros a “adoptar todas las medidas necesarias” —de forma individual o colectiva— para que Israel cumpla con sus obligaciones internacionales.
La resolución exige un alto el fuego incondicional, el fin del bloqueo sobre Gaza, la restitución de la ayuda humanitaria gestionada por Naciones Unidas, y condena el uso de la inanición como método de guerra. También pide poner fin a la violencia en Cisjordania y a la represión en Jerusalén Este, señalando el aumento de desplazamientos forzados, demoliciones de viviendas, detenciones arbitrarias y agresiones por parte de colonos y fuerzas israelíes.
Aunque no tiene carácter vinculante, la resolución actúa como un termómetro del creciente aislamiento de Israel en la comunidad internacional. Mientras las resoluciones del Consejo de Seguridad requieren unanimidad entre sus miembros permanentes, en la Asamblea General basta una mayoría simple, lo que ha permitido una serie de pronunciamientos firmes en favor del pueblo palestino.
La resolución llega cuando se estima que más de 55.000 palestinos han muerto en la Franja de Gaza tras casi 20 meses de ofensiva, y en vísperas de la conferencia internacional por la solución de los dos Estados, organizada por Francia y Arabia Saudita para el próximo 17 de junio.
España, que recientemente reconoció oficialmente al Estado palestino junto a Irlanda y Noruega, lidera una de las posturas más críticas dentro de la Unión Europea frente a la política israelí. Países como Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido aún no han dado ese paso, aunque algunas de estas potencias —como Canadá, Australia o el propio Reino Unido— comienzan a marcar distancia con el Gobierno de Netanyahu, sobre todo por las trabas impuestas a la entrada de ayuda humanitaria.
Esta semana, varios de esos países impusieron sanciones dirigidas a ministros del gabinete israelí por su retórica extremista y racista, en un gesto que marca una posible fractura en el respaldo occidental tradicional a Israel.