Los colombianos le dijeron basta a la clase política tradicional en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022, según analistas consultados por CNN. Para muchos, estos comicios fueron un referendo contra la politiquería, el uribismo y el mismo presidente Iván Duque, que llega al final de su gestión con una baja popularidad (27,5%), según indican las más recientes mediciones de la encuesta Invamer para Noticias Caracol, Blu Radio y El Espectador.
“El mayor derrotado de las elecciones del domingo fue el uribismo”, dijo a CNN el analista político León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación. Según Valencia, en las elecciones de este domingo el país votó contra el continuismo.
El uribismo ha estado presente en la política de Colombia en los últimos 20 años, desde el primer gobierno del expresidente Álvaro Uribe, entre 2002 y 2006, luego entre 2006 y 2010. Este dirigente ha sido considerado una de las figuras políticas más importantes de Colombia en las últimas dos décadas.
Sin embargo, su influencia parece estar llegando a su fin.
“Es inconformidad enorme con (el presidente Iván) Duque, una inconformidad enorme con el partido de gobierno, el Centro Democrático. Entonces es el gran derrotado”, agregó Valencia.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia dejó un panorama político que quizá no se esperaba hace unos meses: en Gustavo Petro y Rodolfo Hernández los colombianos vieron dos opciones alejadas de partidos tradicionales, de los expresidentes que siguen siendo parte de las discusiones políticas, y un gobierno de cuatro años que ha desgastado la imagen no solo del uribismo, sino también del propio Uribe.
“Uribe fue el gran elector en Colombia hasta 2018”, dijo a CNN el analista político Rafael Nieto Loaiza.
Uribe fue elegido en primera vuelta con el 53% de los votos en 2002; durante su mandato se modificó (no sin polémica) la Constitución para permitir la reelección, y para 2010 presentó a su candidato, Juan Manuel Santos, bajo las banderas de su gobierno. Santos fue elegido ese año y aunque el uribismo fue la oposición en el segundo mandato de Santos (2014-2018), el candidato de Uribe en 2018, Iván Duque, fue elegido presidente. Tanta influencia tuvo el expresidente en ese tiempo que era común escuchar a los votantes de derecha decir que votarían “por el que diga Uribe”, una frase que se volvió pare de la cobertura mediática de las campañas en 2018 y 2022, que fue utilizada en vallas políticas y que incluso fue mencionada como parte de las encuestas de intención de voto antes de que arrancara la campaña actual.
“Nada qué discutir. Nos derrotaron”, escribió en Twitter Ernesto Macías, senador del gobernante Centro Democrático —partido fundado por Uribe— luego de las elecciones de primera vuelta.
Pero para Fidel Cano, director del diario El Espectador, lo que dejó las elecciones no se trata de una derrota total del uribismo o que este quede fuera del juego político, sino de un hastío por cuenta de la figura del expresidente durante las últimas dos décadas.
“Creo que el uribismo sigue jugando”, dijo Cano a Carmen Aristegui de CNN. “Lo que pasa es que la figura de Álvaro Uribe ya no atrae y hay un cierto hastío de que haya manejado el país y las elecciones durante los últimos 20 años”.
¿Un ‘estigma’ uribista?
Con la influencia de Uribe, el Congreso también fue elegido de mayoría uribista, o al menos de derecha, durante años. Una realidad que cambió el 13 de marzo de 2022, cuando los votantes favorecieron una mayoría de congresistas pertenecientes a la izquierda y centroizquierda.
“Fue gran elector en 20 años. Ya no lo es más”, dijo Nieto.
“Esa es una realidad y ha quedado comprobado en estos últimos cuatro años, en las elecciones de gobernadores y alcaldes en este Gobierno, y en las elecciones parlamentarias de ahora (2022). Y sin duda no va a ser el gran elector para las elecciones presidenciales de 2022”, agregó Nieto. Según este analista, la imagen del expresidente se desgastó frente a su base por cuenta de las gestiones de Santos y Duque: “Eso explica en buena parte la erosión de la popularidad del presidente Uribe”.
El mismo Uribe reconoció últimamente que a cualquier candidato que se le acerque “ahí mismo dicen ‘uribista’ y le ponen un estigma”.
El Centro Democrático, que llevó a Duque a la presidencia, no presentó candidato de gobierno, pues quien pudo haber sido la apuesta del uribismo, Óscar Iván Zuluaga, declinó su candidatura y apoyó abiertamente a Federico Gutiérrez. Otros políticos del Centro Democrático apoyaron a ‘Fico’, pero este se desmarcó de estos apoyos y negó en varias oportunidades ser el candidato del uribismo.
“El uribismo que dominó el panorama político, en este momento político ha sido el causante del deterioro de la campaña de ‘Fico’ Gutiérrez en la medida en que nadie quería tener ni al presidente Duque ni al expresidente Uribe como los referentes de su campaña”, dijo a CNN el analista político Vicente Torrijos.
Y, según Valencia, los hechos que se han conocido en los últimos años que involucran a Uribe o sus gobiernos —como los falsos positivos, las ‘chuzadas’ u otros casos por los que se investiga al expresidente— hacen que los colombianos ya quieran desmarcarse de este sistema político.
“Están destapando eso. Cuando se levantan las alfombras del país y hay tanta sangre debajo, pues eso le pasa cuenta de cobro al gobierno de Uribe, a Uribe mismo y a los sectores que lo han acompañado. Esas son cosas que están ahí en la conciencia del país”, dice Valencia.
¿Se transforma el uribismo?
Tras la derrota que sufrieron en primera vuelta, en la que el uribismo no presentó candidato y a quien apoyaba quedó por fuera de la segunda vuelta, muchos dicen que los votos de este sector irán con Rodolfo Hernández, un candidato populista de derecha.
“Yo pienso que detrás de Hernández se esconde un buen porcentaje de votos, fácilmente el 20-30% de los votos (por Rodolfo Hernández) son votos de uribistas que decidieron que Hernández era una mejor opción para parar a Petro que lo era el candidato del uribismo, Federico Gutiérrez”, dijo a CNN Victor M. Uribe-Urán, profesor de Historia y Derecho de la Universidad Internacional de la Florida.
“Pienso que hay muchos uribistas camuflados allí”, dijo Uribe-Urán sobre la candidatura de Hernández. “Ellos (los uribistas) veían que los análisis indicaban que, si el candidato ganador era el del uribismo, ese candidato hubiera perdido en segunda vuelta.
“Entonces pienso que la opción por Hernández representa, de un lado un llamado al cambio, pero del otro lado un miedo que ha sido muy tradicional en Colombia, al ascenso de la izquierda”, dijo Uribe-Urán.
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Y si bien ese sector político y Hernández tienen muchas diferencias, también tienen cosas en común, según dijo a CNN Adam Isacson, director de la organización no gubernamental WOLA, al explicar el posible apoyo del uribismo a la candidatura de Hernández.
“Rodolfo Hernández no es la opción de Álvaro Uribe y los uribistas ahora se están poniendo su apoyo detrás de Hernández. No es porque hay una vieja relación. Hay mucha coincidencia en algunas de las posiciones políticas y Hernández, especialmente las que tienen que ver con la seguridad pública, me imagino, y el comercio y cómo el modelo económico”, dijo Isacson.
Pero, insiste Isaacson, Hernández “no es una criatura del uribismo, aunque algunos están diciendo que el señor representa el ‘plan C’ para el uribismo para mantenerse en el poder”.
Y, en esa desesperación de mantener el poder, el uribismo salió a buscar una manera de frenar a Petro, esta vez apoyando a Hernández.
Sin embargo, Hernández, aunque ha dicho que Uribe siempre lo trató bien, ha rechazado los apoyos públicos del uribismo y otros políticos tradicionales diciendo que solo obedece al pueblo colombiano. Este martes, Hernández publicó un hilo en Twitter con 20 diferencias que, según él, tiene con el uribismo y el gobierno de Duque, como su beneplácito a la negociación de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y al restablecimiento de relaciones con Venezuela, la legalización de la marihuana, el respeto al derecho al aborto, y su rechazo a la fractura hidráulica o “fracking” para producir petróleo y gas, así como al uso de glifosato en la agricultura.
Un “castigo” a los partidos tradicionales
Finalmente, no solo el uribismo ha salido derrotado en estas elecciones. Los partidos tradicionales Liberal y Conservador, los expresidentes César Gaviria, Andrés Pastrana (y Uribe, desde luego), quienes apoyaban al candidato Gutiérrez, son los otros grandes derrotados.
“Fue un voto en una parte castigo y en otra parte fue un voto de cambio”, dijo el analista político Jorge Restrepo a Reuters.
“Voto castigo al gobierno nacional, a los partidos políticos, a los expresidentes que controlan esos partidos. A la clase política tradicional. Pero por otra parte fue un voto de cambio, de nuevo: al Gobierno nacional, un voto por el descontento para que cambiara la situación de los colombianos”, agregó Restrepo.
Y según le dijo Valencia a CNN, el desenlace de la primera vuelta demuestra el interés de cambio, pero también el cansancio y el enojo de la población con el actual gobierno y sus tentáculos de poder.
“Pesó mucho la vinculación de ‘Fico’ al gobierno del presidente Duque, que lo ha hecho muy mal. Hay un cansancio y la gente también lo que está buscando son cosas nuevas y las encontró”, dijo Valencia.
Y esas “cosas nuevas”, dice él, son la izquierda que nunca ha gobernado a Colombia y dos, el candidato “outsider”, al que muchos llaman el ‘Trump’ colombiano”.
Fuente: CNN, EEUU