Donald Trump avanza en el armado de su gabinete de gobierno, que asumirá funciones en enero de 2025, y ha sumado un nombre con fuerte incidencia en América Latina: Mauricio Claver-Carone, quien ocupará el cargo de secretario de Estado para la región. Su designación, además de su simbolismo político, podría jugar un rol clave para la economía argentina, inmersa en un contexto de alta volatilidad y con un gobierno, liderado por Javier Milei, que busca redefinir su relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Claver-Carone, de origen cubano y español, cuenta con una destacada trayectoria en organismos internacionales. Fue presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre 2020 y 2022, y previamente se desempeñó como representante de Estados Unidos ante el FMI. En este último rol, fue una figura central en la concesión del préstamo récord otorgado al gobierno de Mauricio Macri en 2018, que ascendió a USD 55.000 millones. Este monto, sin precedentes en la historia del FMI, obligó al organismo a modificar cláusulas internas para posibilitar su desembolso.
El propio Claver-Carone reconoció públicamente que la decisión de aprobar el préstamo no fue únicamente económica, sino que respondía a la necesidad de respaldar políticamente al gobierno de Cambiemos en un momento de extrema fragilidad económica. Este precedente coloca al funcionario en una posición de influencia significativa para las actuales negociaciones de la administración de Milei, que buscan un nuevo programa económico con el FMI para refinanciar la deuda restante y garantizar un flujo de divisas que permita eliminar el cepo cambiario.
El Desafío Económico de Argentina
La eliminación del cepo cambiario es una de las principales promesas económicas de Javier Milei y, para ello, el país necesita acceder a entre USD 3.000 millones y USD 8.000 millones en reservas netas adicionales. Sin ese respaldo financiero, el riesgo de una corrida cambiaria podría frustrar los esfuerzos del gobierno por estabilizar la economía.
En este contexto, el rol de Claver-Carone como interlocutor entre Argentina y los organismos internacionales adquiere una relevancia estratégica. Su experiencia en el BID y el FMI, sumada a su estrecha relación con figuras clave de la administración de Trump, lo convierten en un actor que podría facilitar –o complicar– las negociaciones.
Tensiones entre Claver-Carone y Milei
A pesar de los intereses compartidos en temas económicos, la relación entre Claver-Carone y Milei no es del todo armoniosa. El funcionario estadounidense ha expresado críticas hacia el presidente argentino, al que acusó de llevar adelante un programa político que, a su juicio, se asemeja más a un gobierno “peronista” que a uno de corte liberal.
En una reciente entrevista, Claver-Carone afirmó:
“La situación económica en Argentina se está volviendo insostenible para el pueblo. Milei habla como un liberal ortodoxo en las conferencias internacionales, pero domésticamente tiene un equipo que está gobernando como peronista”.
Estas declaraciones reflejan una tensión ideológica que podría complicar el alineamiento estratégico entre ambos. Mientras Milei busca posicionarse como un líder del liberalismo en la región, Claver-Carone parece cuestionar la coherencia entre su discurso y las políticas que implementa en el ámbito doméstico.
Implicancias Políticas y Económicas
La llegada de Claver-Carone al gabinete de Trump marca un cambio en la relación entre Estados Unidos y América Latina, especialmente en un momento donde la influencia geopolítica de China en la región se ha intensificado. Para Argentina, este contexto puede representar tanto una oportunidad como un desafío.
Por un lado, la experiencia de Claver-Carone en el manejo de préstamos internacionales podría facilitar el acceso del país a financiamiento crucial. Por otro, su postura crítica hacia el gobierno de Milei podría endurecer las condiciones para obtener dicho apoyo.
Además, el antecedente del préstamo de 2018 genera una pregunta inevitable: ¿está dispuesto el FMI a ofrecer un nuevo paquete financiero de gran magnitud a un país que aún no ha demostrado capacidad para cumplir con los compromisos asumidos en ese acuerdo?
Un Futuro de Incertidumbre
La designación de Claver-Carone genera expectativas en el ámbito económico y político, pero también añade incertidumbre. Si bien su presencia podría abrir puertas en Washington y en los organismos multilaterales, las tensiones ideológicas con el gobierno de Milei podrían limitar el alcance de esa colaboración.
En última instancia, la relación entre Claver-Carone y la administración argentina dependerá de la habilidad de ambas partes para encontrar un terreno común. Con una economía que necesita desesperadamente estabilidad y un nuevo gobierno que busca consolidar su poder, el margen para los desacuerdos es cada vez más estrecho.
La clave estará en si el pragmatismo puede superar las diferencias ideológicas, transformando una relación potencialmente conflictiva en una alianza estratégica que permita a la Argentina superar su actual crisis.