El director de China en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Zhengxim Zhang, ha enviado una nota interna al board del organismo en la que comunica que si el acuerdo con Argentina sigue demorándose, China autorizará al país a utilizar el segundo tramo del swap de monedas para pagar los vencimientos con el FMI. Esta acción desafía el papel de prestamista de última instancia del FMI y ha generado inquietud entre los representantes de otros países socios, incluyendo a Estados Unidos.
El swap de monedas entre Argentina y China, renovado recientemente, representa el 60% de las reservas brutas en poder del Banco Central argentino y asciende a USD 19.000 millones. Durante el viaje del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, a China, se acordó que Argentina pueda acceder a una parte de este swap para financiar compras y pagar al FMI. Además, existe la posibilidad de renovar este acuerdo por otros USD 5000 millones a medida que se utilicen los fondos previos. Actualmente, USD 14.000 millones están depositados en las cuentas del Banco Central como un crédito para el refuerzo de las reservas internacionales.
La cercanía de Argentina con China y el interés del gigante asiático en evitar una cesación de pagos por parte del país se atribuyen a las inversiones comprometidas en Argentina, que están respaldadas por créditos de los bancos estatales chinos y vinculadas al cumplimiento de las obligaciones financieras. Aunque el acuerdo con China no estipula que Argentina deba cumplir con el acuerdo con el FMI, existe cierta incertidumbre sobre si esta condición se aplica a los convenios de inversión directa de China en el país.
El respaldo financiero de China a Argentina se produce en un momento de tensiones con el FMI y en el contexto de la debilitada posición de Estados Unidos en el organismo. Las acciones de China y las tensiones internas en el FMI han debilitado la posición de Estados Unidos en el mismo, lo que ha llevado a confrontaciones entre representantes estadounidenses y europeos sobre los desembolsos de fondos, en particular el rescate a Ucrania.
El rol de China como prestamista de última instancia en Argentina y su interés en evitar una cesación de pagos refuerzan el vínculo entre ambos países y plantean interrogantes sobre la influencia de Estados Unidos en el FMI y el futuro de las negociaciones con el organismo internacional.