La actual campaña electoral se ve afectada por la apatía y el desdén de la sociedad hacia la clase política, lo cual desafía las estimaciones de las encuestas. Además, se intenta instalar un escenario de conflicto y violencia en las calles por parte de un sector de la oposición y el kirchnerismo.
La interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich acapara la atención principal. Larreta busca diferenciarse del estilo de peleas y gritos, mientras que Bullrich critica duramente la gestión de su contrincante. Aunque el bullrichismo se percibe como el triunfador de la interna según algunas encuestas, persiste la crítica hacia Larreta.
El kirchnerismo también apunta al conflicto y la disputa en las calles, acusando a la oposición de estar dispuesta a reprimir y asesinar gente. El clima de confrontación plantea el debate sobre la mano dura como recurso para combatir la delincuencia, en lugar de un enfoque integral.
La asistencia del votante se convierte en un factor clave en estas elecciones. Se registra una disminución del interés por votar, como se ha visto en las elecciones provinciales recientes. Esto podría afectar la participación en las elecciones nacionales, generando un escenario de menor asistencia y más votos en blanco.
Además, en la Ciudad de Buenos Aires se enfrenta la dura interna entre Jorge Macri y Martín Lousteau en Juntos por el Cambio, y la doble votación por cargos nacionales y porteños podría generar complicaciones y una posible preferencia por la categoría presidencial.
En resumen, la campaña electoral actual se ve afectada por la apatía de la sociedad y la búsqueda de conflicto en las calles. La interna entre Larreta y Bullrich destaca, al igual que el debate sobre la mano dura y la disminución de la asistencia del votante.