Durante mayo, las ventas en supermercados registraron una disminución del 2,5% respecto al mes anterior, marcando la segunda caída consecutiva en la serie desestacionalizada. Esta contracción se suma a una tendencia general de reducción en el consumo, que también está afectando la dinámica de la actividad económica del país. A su vez, el FMI ajustó sus previsiones y pronosticó una caída del 2,5% en la economía argentina para 2023, aunque proyectó un crecimiento del 2,8% en 2024.
El informe del Indec reveló que los supermercados tuvieron su peor registro en lo que va del año, con una disminución del 2,5% a precios constantes. Los autoservicios mayoristas también experimentaron una tendencia similar con una contracción del 4,9%. Aunque la inflación comenzó a desacelerarse en mayo, después del pico del 8,4% en abril, el uso más común de pago por parte de los consumidores fue a través de tarjetas de crédito, con un aumento del 116,7% interanual.
Esta situación de caída en las ventas de supermercados se alinea con un estancamiento generalizado en el consumo y la actividad económica. Aunque la Cámara Argentina de Comercio (CAC) reportó un crecimiento del gasto de los hogares del 2,4% en el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior, advirtió sobre una “pérdida de dinamismo” que se espera que continúe agravándose en los próximos meses. Los indicadores de la CAC, que mostraban crecimiento mensual hasta abril, se mantuvieron sin cambios en mayo y registraron una contracción del 0,5% en junio, excluyendo efectos estacionales.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) proyectó un estancamiento del consumo privado en el segundo trimestre de 2023 en comparación con los primeros tres meses del año. La autoridad monetaria atribuyó esta estabilidad al “mantenimiento de la masa de ingresos reales tanto de trabajadores formales como informales”. Sin embargo, para la CAC, el problema crucial radica en los ingresos, ya que el ajuste por inflación no ha logrado contrarrestar las consecuencias del aumento de precios.
Además de la situación del consumo, la economía se enfrenta a los desafíos de la sequía, lo que ha impactado negativamente en la actividad económica. Aunque el primer trimestre sorprendió con un crecimiento sostenido, el Indec informó de puras bajas en los primeros dos meses del tercer trimestre, acumulando una caída del 2% entre marzo y mayo. De acuerdo con el FMI, la caída económica se mantendrá durante todo el año, con una proyección del 2,5% para 2023.