Buenos Aires según Sebreli

ENSAYO

BUENOS AIRES, VIDA COTIDIANA Y ALIENACIÓN

JUAN JOSÉ SEBRELI

(Sudamericana – Buenos Aires)

Desde hace meses venimos abordando en este medio las variadas maneras en que la literatura argentina ha dado cuenta de aspectos significativos de la historia nacional ocurridos desde mediados del siglo XX. Hemos abordado así obras vinculadas con el “peronismo clásico” (1946-1955), la muerte de Eva Perón, la Guerra de Malvinas y la crisis del año 2001. En esta oportunidad, nos apartamos momentáneamente de esa línea de notas porque se cumplen 60 años de la aparición de Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, de Juan José Sebreli, publicado originalmente en abril de 1964.

Sobre el ensayo, cabe recordar que tuvo un gran éxito de ventas, ya que sin duda fue un destacado best seller de los años 60 que hizo conocido a Sebreli entre el gran público. Además, debe destacarse que, para examinar la “vida cotidiana” de los habitantes de Buenos Aires, el ensayista adoptaba una perspectiva afín a la sociología, ciencia social que estaba en pleno auge para la época en que se publicó la obra. Asimismo, hay que señalar la influencia del marxismo en el ensayo y aunque hoy cueste imaginarse a un “Sebreli marxista”, en los 60 nuestro autor adhería a esa corriente de pensamiento y lo hacía explícito en el texto.

En cuanto al aspecto específico que deseamos tratar aquí, debemos comenzar por recordar que el ensayo consta de cinco capítulos, en el primero de los cuales el autor expone el enfoque que utilizará en su examen y en los otros cuatro aborda distintas clases sociales en cada uno (burguesía, clase media, lumpen, obreros). En el tratamiento de dichas clases, Sebreli recurre ciertas veces a lo planteado por algún sociólogo. Por ejemplo, en el capítulo referido a la burguesía, cuando alude a lo que esta consume, toma en cuenta al sociólogo estadounidense Thorstein Veblen: “La colección de antigüedades, de adornos costosos, de muebles de estilo, de bibliotecas de incunables, (…) en fin, la edificación de los petulantes palacios del Barrio Norte señalaban el rango social de sus poseedores, como un escudo de armas, y respondían a la característica de ‘consumo ostensible e improductivo’, según lo definiera Veblen en su obra clásica Teoría de la clase ociosa”.

Sin embargo, la mayoría de las veces Sebreli no acude a obras sociológicas sino a textos literarios. Por supuesto, el propio ensayista es consciente de ello y en el primer capítulo lo justifica: “No debe extrañar pues que, frecuentemente, además de las experiencias personales, nuestras ilustraciones estén extraídas de crónicas periodísticas, así como de relatos y novelas que constituyen la historia en tiempo presente, la captación inmediata, instantánea de la vida cotidiana, del tiempo trivial”. Más allá de los motivos esgrimidos por el autor, desde nuestro punto de vista, ese remitirse a obras literarias otorgan al escrito un especial matiz que contribuye a su atractivo.

Burguería y lúmpenes

A lo largo del texto, nuestro ensayista recurre a numerosos narradores y ensayistas argentinos para apoyar sus observaciones. No lo hace al azar, sino que busca autores conocidos por haber abordado aspectos de determinada clase social. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a la burguesía, considera especialmente a Eduardo Mallea, extrayendo fragmentos de sus obras ensayísticas (Historia de una pasión argentina) o narrativas (La bahía del silencio, La torre y Las águilas). Así, para referirse a supuestas características que tendrían miembros de la vieja burguesía, citando a la primera de las mencionadas novelas, Sebreli comenta: “Nació habituada a la familiaridad con las cosas de calidad -dice Mallea de la mujer culta-, segura de sus propensiones, de sus gustos, de sus preferencias y sus rechazos, y a los quince años sabía distinguir, estimar perfectamente con una sola mirada, la diferencia que separaba a un Gros de un Delacroix, la distancia que va de un grosero dibujante alemán a un Ingres”.

Por cierto, del mismo modo que para retratar a la burguesía recurre (entre otros) a Mallea, para abordar al “lumpen” Sebreli toma en cuenta (entre otros) a Kordon: “Bernardo Kordon, el autor que ha descrito con mayor acierto los ambientes lumpen de Buenos Aires (…) muestra en su mejor relato, Alias Gardelito, el fracaso del gardelismo en una sociedad de clases ya definitivamente estabilizada”.

Juan José Sebreli es un ensayista que viene escribiendo desde hace ya muchas décadas numerosos y conocidos textos. Sin embargo, no siempre es tenido en cuenta como estimamos merece y por ello hemos escrito una obra que será publicada dentro de pocos meses dedicada al análisis de los escritos más destacados del autor. Dado que ahora se cumplen 60 años de la aparición de Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, creemos que es un momento oportuno para recordar a una obra que se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico de nuestra ensayística.

Fuente: La Gaceta

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