Así como el mitológico Sísifo subía la montaña solo para verla caer, Bitcoin experimentó una ascensión a su máximo histórico, superando los u$s 69.000 el martes, para luego enfrentar una caída del 8%, situándose alrededor de los u$s 63.000. Aunque el miércoles mostró una leve recuperación, operando sobre los u$s 65.000, el fugaz “All Time High” deja interrogantes sobre la duración del actual ciclo alcista.
El impulso proporcionado por los ETFs de Bitcoin, instrumentos financieros que han captado la atención de grandes fondos de inversión en Wall Street, fue el catalizador del ascenso de la criptomoneda. A pesar de tocar su máximo histórico, el volumen de compra masiva por parte de pequeños inversores aún no ha sido significativo.
La corrección experimentada por Bitcoin ante la toma de ganancias de algunos inversores que esperaban el punto más alto de su cotización contrasta con el desempeño de Ethereum. Esta criptomoneda avanzó un 2% el día posterior al hito de Bitcoin, superando los u$s 3600. La expectativa de la posible aprobación de ETFs de Ethereum en mayo impulsa la confianza de la industria, que apuesta a que Ethereum alcance y supere su máxima cotización histórica de u$s 4721.
La narrativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente de Ethereum, así como el desarrollo tecnológico de su red, contribuyen a su atractivo para Wall Street y el mundo corporativo. La tokenización, un fenómeno en crecimiento en diversas industrias, también destaca a Ethereum como líder, ofreciendo nuevas oportunidades de inversión mediante la tokenización de activos del mundo real.
Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio, subraya que Ethereum seguirá siendo dominante en términos tecnológicos, económicos y culturales, a pesar del creciente interés en otras criptomonedas como Solana. Aunque el ecosistema cripto no se guía solo por indicadores económicos, el interés en alternativas como Solana podría afectar la percepción pública de Ethereum.