Las empresas de medicina prepaga aplicaron un incremento del 30% en las cuotas de enero, anunciando otro del 40% para febrero y anticipando posibles subas en marzo. Este panorama genera inquietud entre los afiliados, y según estimaciones de la Unión Argentina de Salud (UAS), alrededor del 5% de los usuarios podrían darse de baja de los planes individuales. Aunque algunas empresas buscan mitigar la pérdida de socios con planes low cost, no todas adoptan esta estrategia.

El aumento impacta especialmente en la clase media, con planes básicos que rondan los $50,000 para individuos y $150,000 para familias. Ejemplificando, el Plan 210 Individual Directo de OSDE subirá de $136,397 a aproximadamente $174,588 en febrero.

Este escenario se desencadena tras la desregulación de la medicina prepaga mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei en diciembre pasado. La medida eliminó restricciones de precios y modificó el marco regulatorio, permitiendo a las empresas decidir aumentos sin autorización estatal.

A pesar de los reclamos, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal rechazó el pedido de habilitación de feria judicial para tratar un amparo contra el DNU. La incertidumbre persiste entre los afiliados y las empresas, que observan con atención el impacto real que se manifestará en los próximos meses.