El portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald Ford de Estados Unidos, arribó a Noruega el miércoles, generando tensiones con Rusia y mostrando la fuerza de la OTAN. Se trata de un buque de guerra de propulsión nuclear de nueva generación, con más de 100.000 toneladas y 333 metros de eslora, que llegó a Noruega para llevar a cabo ejercicios militares.
El ejército noruego destacó la importancia de la visita y la presencia del grupo aeronaval, mencionando que proporcionará una oportunidad única para desarrollar la cooperación y trabajar más estrechamente con Estados Unidos, su principal aliado, según señaló en un comunicado. La llegada del buque se produce en un momento de fuerte tensión entre Rusia y los países occidentales debido a la guerra en Ucrania.
La embajada de Rusia expresó su crítica hacia la presencia del portaaviones en territorio noruego a través de su portavoz, Timur Shekanov, quien afirmó que no hay ninguna cuestión en el norte que requiera una solución militar ni temas que necesiten una intervención externa. Según Shekanov, dado que Oslo admite que Rusia no plantea una amenaza militar directa, consideran ilógica y perjudicial esta exhibición de fuerza.
El USS Gerald Ford permanecerá en aguas noruegas hasta el martes 30 de mayo, para luego dirigirse hacia el Ártico y realizar ejercicios de entrenamiento con las fuerzas militares de Noruega. Rusia comparte una frontera terrestre de 198 kilómetros en el Gran Norte con Noruega, que es miembro de la OTAN, y también tiene una extensa frontera en el mar de Barents.
El ministro noruego, Bjørn Arild Gram, señaló que la llegada del buque de guerra es la expresión concreta de la estrecha relación con Estados Unidos y demuestra la voluntad de defensa y disuasión colectiva. El ejército noruego enfatizó que esta es una oportunidad única para desarrollar la cooperación y trabajar más estrechamente con Estados Unidos, su principal aliado.
El USS Gerald Ford es un portaaviones de la Armada de Estados Unidos y da nombre a su clase, compuesta por tres portaaviones: el propio Gerald Ford (CVN-78), el John F. Kennedy (CVN-79) y el Enterprise (CVN-80). Fue puesto en grada en 2009 y botado en 2013. Su entrega a la Marina tuvo lugar en 2017, con un costo de 13.100 millones de dólares.
Este portaaviones nuclear puede transportar los nuevos aviones navales Lockheed Martin F-35 Lightning II. Además, está equipado con nuevas tecnologías, como catapultas electromagnéticas para lanzar aviones, un nuevo diseño hidrodinámico para aumentar la velocidad de la nave y una torre de control de menor tamaño. Se estima que su operación ahorrará aproximadamente 4.000 millones de dólares durante su vida útil de 50 años.