Por cuestiones estadísticas, los inversores tienen motivos para estar contentos sobre la llegada del mes de abril. Las acciones en Wall Street tienden a tener en este mes su mejor rendimiento del año.Aun así, en este 2022 sobran también los argumentos para no dejarse llevar por la euforia.
El mercado enfrenta importantes desafíos geopolíticos y un empeoramiento de las perspectivas económicas. Ante esa realidad, la volatilidad en el mercado se instaló con fuerza.
Después de uno de los peores comienzos de año para las acciones, marzo ha visto un gran rebote. El mercado recuperó más del 60% de las bajas que se habían evidenciado en los primeros dos meses del año y el índice S&P 500 volvió a quedar apenas un 4% debajo de los máximos históricos.
Dada esta recuperación, la pregunta que se hacen ahora los mercados es si estas mejoras van a continuar o si en realidad fue un rebote dentro de una tendencia bajista. La buena noticia, con la que se entusiasman los inversores es que, estadísticamente, abril suele ser el mejor mes del año para Wall Street.
Esto podría acercar una respuesta positiva a la duda planteada sobre si el mercado puede seguir subiendo o si reanuda las pérdidas de los primeros meses del año.
Según un estudio elaborado por los analistas de la consultora internacional LPL Research, el mes de abril no solo es el mejor mes en promedio desde 1950, sino que también ha sido el de mejor performance en 15 de los últimos 16 años.
De acuerdo al trabajo, en promedio el mercado suele subir 3,1% durante abril . Y, gracias a que subió 15 de los últimos 16 años, el nivel de positividad es del 93,8%.
El mejor abril de los últimos 15 años fue el del 2020, momento en que el mercado se recuperaba del estallido de la crisis de coronavirus. En aquel momento, el mercado subió un histórico 12,7%. Le sigue el abril de 2009, pleno momento de recuperación de la crisis subprime. Y en tercer lugar quedó el cuarto mes del 2021, que arrojó una ganancia del 5,2%.
nubarrones en el horizonte
Si bien estadísticamente es positivo que llegue el mes de abril, esta vez la historia puede ser diferente. Existen claros riesgos en el horizonte, tanto por cuestiones geopolíticas como por factores económicos.
Las tensiones que genera la guerra entre Rusia y Ucrania complican el panorama económico global ya que los inversores temen que se vea afectada la recuperación económica. Además, el conflicto provocó una disparada en el precio de las materias primas y generó mayor presión sobre los precios de la economía real.
Es decir, la mayor inflación global puede terminar complicando el panorama económico y es un factor de riesgo que podría presionar a las acciones hacia el futuro e impedir que el mercado regrese a zona de máximos históricos.
Fuente: El Ecpnomista, Argentina