En una votación que sorprendió a la comunidad internacional, Argentina fue el único país en oponerse a una resolución de las Naciones Unidas que pedía intensificar los esfuerzos para erradicar la violencia contra mujeres y niñas en entornos digitales. La resolución, apoyada por 170 países y con 17 abstenciones, se produce a pocos días de conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La postura argentina fue defendida por su representante, quien alegó que “la agenda de la mujer no debería ser utilizada para restringir derechos fundamentales como la libertad de expresión”.
El trasfondo de la resolución: proteger derechos digitales de mujeres y niñas
El documento de la ONU, identificado como A/C.3/79, enfatiza la creciente preocupación por el uso indebido de plataformas digitales para atacar los derechos de las mujeres, especialmente en temas sensibles como su salud sexual y reproductiva. Impulsada por Francia y los Países Bajos, la resolución subraya la responsabilidad de los Estados miembros de promover que la ciencia y la tecnología impulsen la igualdad de género, mientras abordan los desafíos que surgen del uso de estas tecnologías, incluyendo la violencia de género, el acoso y la discriminación.
El controvertido voto de Argentina y su justificación
La representante argentina argumentó que el voto negativo se debió al “lenguaje ambiguo” de la resolución, citando términos como “hate speech” y “misinformation”, los cuales, según sostuvo, carecen de una definición precisa y podrían ser utilizados para limitar la libertad de expresión. “El lenguaje utilizado es amplio e indefinido, lo que podría llevar al abuso y a restringir las libertades que se pretende proteger”, explicó en su intervención ante la ONU.
El rechazo de Argentina a la resolución se produce en un contexto delicado: apenas unos días antes, el país también fue el único en oponerse a una resolución a favor de los derechos de los pueblos originarios. Además, el mismo día en que se votó la resolución sobre violencia digital, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) convocó a Argentina a dar explicaciones por recortes en programas de género.
Repercusiones y críticas en el ámbito local e internacional
Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, se han intensificado las críticas sobre el manejo de temas de género. Organizaciones como la Academia Nacional de Periodismo y Amnistía Internacional han denunciado los ataques verbales hacia mujeres, en particular hacia periodistas, desde la cuenta personal de Milei en redes sociales. Periodistas como María O’Donnell, María Laura Santillán, y artistas como Lali Espósito —a quien el presidente apodó despectivamente como “Lali Depósito”— han sido blanco de sus mensajes.
La votación y la postura adoptada por la diplomacia argentina reflejan un cambio de rumbo en la política exterior bajo la gestión del canciller Gerardo Werthein, quien parece priorizar una agenda más alineada con la defensa de libertades individuales, incluso a costa de compromisos internacionales previos en derechos de género.
Críticas de la comunidad internacional
El representante de Francia, que impulsó la resolución, lamentó que un tema con amplio consenso global fuera sometido a una votación dividida. “A pocos días de conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, esta resolución debería haber sido una muestra de unidad”, expresó.
Con esta nueva postura, Argentina parece trazar un camino controversial en el escenario global, desatando preguntas sobre el futuro de su compromiso con los derechos humanos y la igualdad de género en el contexto internacional.