n Argentina, solo 22 de cada 100 adolescentes de 15 años completan su escolaridad en tiempo y forma, es decir, sin repetir ni abandonar y con el nivel esperado de desempeño en Matemática y Lectura. Estos datos, revelados por la prueba PISA 2022, colocan a Argentina en una posición rezagada respecto a otros países de la región como Chile y Uruguay.
El informe “Índice de Resultados Escolares: comparación entre países de América Latina”, elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, mide la proporción de adolescentes de 15 años que completan su escolaridad en tiempo y forma, considerando los niveles de asistencia escolar y los resultados en las pruebas PISA.
La comparación se realizó entre ocho países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay. Chile lidera con un 38% de sus adolescentes en esta categoría, seguido por Uruguay con un 36%. Argentina, con un 22%, solo supera a Colombia (19%) y Paraguay (11%).
Aunque la proporción de chicos de 15 años que asisten a la escuela en Argentina aumentó del 90% en 2009 al 97% en 2022, y el porcentaje de estudiantes que cursan en el tiempo teórico esperado pasó de 56% en 2009 a 81% en 2022, los resultados empeoran al incluir los niveles de desempeño. La cantidad de chicos que realizan su escolaridad en tiempo y forma cayó del 26% en 2009 al 22% en 2022.
Las tasas de asistencia en otros países son similares, con Chile (98%), Brasil (96%) y Uruguay (95%) presentando cifras altas. Perú (93%), Paraguay (89%) y Colombia (86%) están más atrás, y México (77%) muestra la tasa más baja de la región.
El informe también analiza las tasas de sobreedad, es decir, cuántos estudiantes tienen una edad mayor a la esperada para el grado en el que se encuentran. En Argentina, el 81% de los chicos de 15 años realiza su escolaridad sin repetir ni abandonar. Chile y Brasil presentan cifras similares (79%), mientras que Perú (77%), México y Paraguay se sitúan alrededor del 69%. Uruguay registra un 59%, y Colombia muestra la mayor tasa de sobreedad con solo el 53% de los chicos en el año escolar esperado.
Irene Kit, presidenta de Educación para Todos, enfatizó la necesidad de mejorar este indicador desde la educación primaria, incrementando situaciones de resolución de problemas con saberes matemáticos y desarrollando estrategias coherentes para mejorar la comprensión lectora. Martín De Simone, especialista en educación del Banco Mundial, destacó que, aunque Argentina muestra altas tasas de acceso a la escuela, el bajo rendimiento en las pruebas PISA evidencia una crisis en el sistema educativo que impide cumplir su función principal: asegurar el aprendizaje de los estudiantes.
Este índice, al integrar múltiples dimensiones en un solo indicador, proporciona una herramienta valiosa para evaluar y comparar los sistemas educativos en América Latina. En Argentina, pese a los avances en acceso, los bajos logros en aprendizaje subrayan la necesidad de reformas profundas para mejorar la calidad educativa.