El Gobierno argentino ha iniciado un operativo marítimo centrado en la supervisión y posible neutralización de los pesqueros ilegales chinos en aguas pertenecientes a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina. Encabezado por la Armada y con la colaboración de la Prefectura, el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Defensa, entre otras entidades, este operativo se basa en el desplazamiento del patrullero oceánico ARA “Contraalmirante Cordero”. El objetivo principal es detener las incursiones ilícitas de la flota china que depreda las poblaciones de calamar cerca de Comodoro Rivadavia.
El ministro de Defensa, Luis Petri, supervisó el lanzamiento del operativo en la Base Naval de Mar del Plata, dando la orden de zarpada al buque “Contraalmirante Cordero”. Este buque controlará durante dos semanas los movimientos de los pesqueros más allá de la milla 201 de la ZEE. Petri afirmó la necesidad de garantizar que ningún buque extranjero sin permiso cruce la milla 200 y comprometa los recursos naturales argentinos. También propuso la creación de un nuevo marco regulatorio y sancionatorio, involucrando a diversas entidades para preservar los recursos del país.
El ARA “Contraalmirante Cordero” es un patrullero oceánico multipropósito de última generación con capacidad para 40 tripulantes. Su despliegue forma parte de la estrategia para realizar tareas de vigilancia, control marítimo y defensa de los recursos nacionales en aguas jurisdiccionales. La ubicación actual de la flota pesquera ilegal china se concentra principalmente frente a las costas de Comodoro Rivadavia, en Chubut, y se estima que al finalizar el primer trimestre de 2024 alcanzará unos 400 buques, dedicados a la pesca intensiva del calamar.
La “armada” ilegal china opera en aguas distantes de su país, generando ganancias significativas y moviendo al menos 700 millones de dólares anuales. Este negocio de depredación, respaldado económicamente por el régimen de Xi Jinping, plantea preocupaciones sobre métodos extractivistas, violaciones territoriales y prácticas laborales cercanas a la esclavitud. El operativo argentino busca frenar estas incursiones y preservar los recursos marinos nacionales.