El exjefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra reapareció en público este miércoles, tras las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, y advirtió sobre la necesidad de que la oposición construya una nueva estrategia para hacer frente al avance de «la derecha, el antiperonismo y el gorilismo» en el distrito. Además, analizó el escenario que se abre de cara a las presidenciales de 2027.

Ibarra se expresó en el marco de una visita a la AM 750, donde participó de la campaña especial por la Semana de Mayo. Allí recibió una escarapela, una chocolatada y un ejemplar de Página/12, y aprovechó el momento para reflexionar sobre los comicios del último domingo, que consagraron al libertario Manuel Adorni.

Para el exfuncionario, los resultados no deben leerse en clave exclusivamente local. “Somos la capital del país. Acá no se votó una baldosa ni la inundación: se votó Milei, Macri y un espacio político popular. Fue una elección nacional limitada a la CABA”, analizó.

En ese sentido, relativizó una posible crítica a la gestión porteña: “No se plebiscitaba la administración de Jorge Macri”. Y valoró el desempeño electoral del candidato peronista Leandro Santoro, a quien definió como alguien que “acertó al construir un frente con distintas vertientes”.

Sin embargo, Ibarra fue tajante respecto al balance general: “Si se hubieran unificado todas las demás fuerzas, y si hubiera habido balotaje, el oficialismo porteño perdía por mucho. Hay que diseñar una estrategia que recupere los votos que hoy están en manos del gorilismo”.

También apuntó contra el creciente desencanto ciudadano con la política tradicional. “Hay una gran desesperanza, y eso fue muy bien captado por La Libertad Avanza. Pero no es que hubo una avalancha de votos: mucha gente simplemente no fue a votar”, sostuvo.

Por último, planteó la necesidad de reconstruir una narrativa esperanzadora desde la oposición: “Hay que volver a mostrar un futuro, con proyectos concretos, con ideas fuertes. Porque hoy se gobierna para los que más poder tienen. Nosotros tenemos que pelearla con un Estado que regule, que ponga límites. En la Ciudad de Buenos Aires discutimos lo nacional, y a nivel nacional, las cosas no están fáciles”, concluyó.