Un nuevo frente de conflicto parece abrirse para Nicolás Maduro tras las elecciones del domingo en Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral lo proclamó ganador en medio de sospechas de fraude. El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció este miércoles que solicitará a la Corte Penal Internacional (CPI) que ordene el arresto del presidente de Venezuela, acusándolo de haber perpetrado un “baño de sangre” contra los manifestantes tras las elecciones.
“Es hora de la justicia y vamos a solicitar la imputación de cargos con orden de aprehensión”, afirmó Almagro durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA celebrada en Washington, invitando a los Estados miembros a sumarse a la petición.
El secretario general subrayó que “teniendo en cuenta” la investigación que lleva a cabo la Fiscalía de la CPI sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela desde 2014, ha llegado “el momento de presentar cargos de imputación contra aquellos más responsables, incluyendo a Maduro”.
Según Almagro, el presidente venezolano ha dirigido la represión contra el pueblo venezolano. “Maduro anunció un baño de sangre y lo está cumpliendo”, afirmó, refiriéndose a los al menos 16 manifestantes muertos en las protestas contra el Gobierno venezolano tras las elecciones del domingo.
Antes de los comicios, Maduro advirtió en un acto electoral que Venezuela podría caer en un “baño de sangre, en una guerra civil” si él no ganaba las elecciones. “Fue algo que impresionó cuando lo dijo, pero me impresiona mucho más cuando lo está haciendo”, declaró Almagro.
La crisis en Venezuela se ha agudizado desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la victoria de Maduro en las elecciones del pasado domingo, resultados rechazados por la oposición y gran parte de la comunidad internacional, que exige ver las actas de votación para verificar el resultado.
La OEA no logró este miércoles la mayoría suficiente para aprobar una resolución que exigía verificar los resultados en Venezuela, debido a la abstención o ausencia de países como Brasil, Colombia y México.
El martes, la OEA emitió un severo comunicado de repudio respecto del manejo de las elecciones presidenciales en Venezuela por parte del régimen chavista. “La peor forma de represión, la más vil, es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones”, decía la nota.
El texto estaba basado en el informe que la Oficina del Secretario General recibió por parte del Departamento de Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la OEA respecto al proceso electoral presidencial en Venezuela.
“La obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia, la transparencia del proceso electoral. El pueblo debía contar con las máximas garantías de libertad política para poder expresarse en las urnas y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos”, reclamó la OEA.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa y la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.