Debate y Convergencia

Algunas consideraciones sobre estos seis meses de gestión

A seis meses de la actual gestión, el panorama económico y político del país revela tanto logros como fracasos del gobierno. El país se encuentra en recesión, la producción industrial ha disminuido y muchos consideran este proceso un posible fracaso de la política económica actual. Las acciones en el exterior han caído en rentabilidad, el dólar se ha movido lentamente en comparación con la inflación de los últimos meses, y la desocupación comienza a ser evidente en algunas áreas productivas. Además, el forcejeo legislativo para lograr la aprobación de un conjunto de leyes, modificadas repetidamente, resalta el protagonismo inusual y persistente de los legisladores, una prontitud y disposición que no se vio durante los largos y fatigosos años del kirchnerismo.

El presidente, que asumió con un plan votado por la gente (nunca negó Javier Milei sus medidas económicas), aún no cuenta con todas las herramientas necesarias para llevar adelante su proyecto de gobierno. Diputados y senadores han tomado un protagonismo que jamás tuvieron en la gestión anterior, dificultando las posibilidades de que el país salga adelante.

Logros y expectativas

A pesar de los desafíos, hay aspectos que generan entusiasmo y mantienen la esperanza de la gente. Entre estos se encuentran la caída acelerada de la inflación, la baja en las tasas de interés, lo que facilita el renacimiento del crédito tanto para familias como para Pymes. El mercado inmobiliario se ha reanimado y los préstamos hipotecarios han comenzado a gestionarse, con los bancos ofreciendo alternativas competitivas.

Asimismo, la revelación de numerosos casos de corrupción, que drenaban los escasos recursos del Estado, ha debilitado las respuestas efectivas hacia los más necesitados. Un ejemplo reciente es el caso de los subsidios por discapacidad, que superaron el millón, como si el país hubiera salido de una guerra con cientos de miles de inválidos. Estos recursos, que podrían haber tenido un destino efectivo, fueron depositados en cuentas de miles de impostores premiados por su militancia política, en detrimento de quienes realmente los necesitan.

Recuperación y perspectivas futuras

Si el salario recupera cada mes algo de lo perdido, acomodando el consumo; si los jubilados pueden, como ahora, recuperar algo de su magra jubilación; y si la apertura y eliminación de trabas, que aún duermen el sueño de los justos entre bambalinas parlamentarias, facilitan la recuperación del consumo, reactivan el empleo, fomentan nuevas inversiones y abren el mercado informático, dadas las capacidades actuales del país, podemos alcanzar un futuro más venturoso.

Un porvenir que durante años fue postergado por la incapacidad, corrupción y el engaño de consignas que hoy han quedado al descubierto como falsas. Estas consignas solo buscaban crear planes, en principio justos, para robar recursos del Estado, concentrándolos en manos de algunos privilegiados que hoy se resisten con todo su poder para que el país vuelva a fracasar. No se lo permitamos.

Osvaldo González Iglesias – Escritor – Editor

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